Al segundo trimestre del año, el ingreso nacional y el consumo crecieron un 9,1% y un 7,7% anual respectivamente, con lo cual la tasa de ahorro de la economía chilena se situó en 21,6% del Producto Interno Bruto (PIB), superior en 0,2 punto porcentual (pp.) con respecto al cierre anterior.
Según consignó el Banco Central, por sector institucional este incremento se explicó por las empresas no financieras y los hogares, que alcanzaron una tasa de ahorro de 13,3% y 5,5% del PIB, respectivamente.
Las sociedades financieras y el Gobierno General, en cambio, presentaron una reducción en su tasa de ahorro.
Por su parte, la inversión bruta fue mayor en 0,6 pp. respecto al mismo lapso del año previo, “por lo que, a pesar del incremento del ahorro, determinó una necesidad de financiamiento de la economía chilena de 2,2% del PIB, superior en 0,4pp. en comparación al primer trimestre”, dice el informe del instituto emisor.
Por sectores, este resultado se debió a un mayor déficit de las empresas no financieras y a una menor capacidad de las sociedades financieras.
Las primeras alcanzaron una necesidad de financiamiento de 4,3% del Producto, superior en 0,3 pp. respecto al cierre del cuarto previo.
“El mayor déficit se reflejó en un mayor flujo de cuentas por pagar, menor inversión neta de títulos, así como también en un mayor financiamiento vía préstamos. En contraposición, se observó una mayor inversión en acciones y otras participaciones, y en efectivo y depósitos”, explicaron desde el ente autónomo.
Mientras que el ahorro de las empresas no financieras se situó en 13,3% del PIB, mayor en 0,4 pp. respecto al primer trimestre.
Las sociedades financieras, en tanto, presentaron una capacidad de financiamiento de 1,1% del PIB, inferior en 0,3 pp. respecto al primer trimestre. Ello se debió a un menor flujo neto de efectivo y depósitos, y de acciones y otras participaciones, lo que fue parcialmente compensado por un mayor flujo neto de títulos.
En los hogares, su capacidad de financiamiento se situó en 3,5% del PIB, superior en 0,2 pp. respecto al cierre anterior. Esto se explicó principalmente por una mayor inversión en efectivo y depósitos, y en sentido contrario, un menor flujo neto en otras cuentas.
En el segundo trimestre, el ingreso disponible bruto de los hogares aumentó un 9,1% con respecto al mismo período del año anterior. Este resultado se debió principalmente a las rentas de la producción (salarios e ingresos de independientes), que aumentaron anualmente en 5,2%.
Por su parte, el Gobierno General registró una necesidad de financiamiento de 2,5% del Producto, similar al cierre previo. Según consigna la entidad monetaria, el sector realizó una mayor inversión en efectivo y depósitos, y cuotas de fondos, sumado a nuevos préstamos otorgados, efectos que fueron contrarrestados por una mayor emisión neta en títulos de deuda.
El ingreso disponible del Gobierno, por su parte, creció un 5,5% anual, incidido principalmente por un aumento en la recaudación de impuestos netos de subvenciones.
Endeudamiento
En relación con el endeudamiento sectorial, las empresas no financieras presentaron un ratio de deuda como porcentaje del PIB de 93,3%, 1,2 pp. inferior a lo registrado en el trimestre precedente, gracias a un menor valor de la deuda externa por el fortalecimiento del peso frente al dólar.
A su vez, el Gobierno General aumentó su stock de deuda en 1,3 pp., alcanzando a 40,6% del Producto, producto de la deuda local, en la que se observó la reapertura de bonos previamente emitidos y nuevas emisiones de letras.
Por otro lado, la deuda como porcentaje del PIB de los hogares fue de 47,1%, inferior en 0,3 pp. respecto a lo registrado a marzo de 2025.
La deuda de las sociedades financieras fue de 108,8% del PIB, reduciéndose en 0,3 pp. con respecto del cierre anterior.
En el ámbito de las posiciones financieras netas -diferencia entre activos financieros y pasivos-, la economía en su conjunto disminuyó su posición deudora frente al resto del mundo en 0,6 pp., situándose en 19,1% del Producto.