Las ventas presenciales minoristas de la Región Metropolitana anotaron en julio un crecimiento real anual de 1%, según el índice que elabora mensualmente el Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC).
Con ello, cierran los primeros siete meses del año con una expansión anual de 1%.
La curva de los trimestres móviles, por su parte, desciende levemente para alcanzar un resultado casi nulo del 0,1% en mayo-julio comparado con igual período del año anterior.
“En julio, las ventas presenciales del comercio minorista de la Región Metropolitana registraron un leve crecimiento, pero con señales de desaceleración respecto de meses anteriores, acumulando un resultado moderado en lo que va del año”, mencionó la gerenta de Estudios de la CNC, Bernardita Silva.
Por categorías, vestuario presentó un crecimiento de 4,1% anual, gracias al vestuario de mujer. Calzado, a su vez, registró una caída anual de 11,9%. De esta manera, vestuario acumuló en el período enero-julio un alza de 5% y calzado una baja del 5,7%.
Artefactos Eléctricos, mientras tanto, registró un alza de 6,2% anual en el séptimo mes del año. Así, la categoría cierra el lapso enero-julio con un incremento anual de 2,9%.
La línea hogar, en tanto, evidenció en julio un incremento anual de 1,8% y muebles una baja del 7,1%. Con ello, las categorías acumulan en el año un alza del 5,2% y una caída de 4,6%, respectivamente.
Finalmente, la línea tradicional de supermercados marcó un incremento marginal de 0,4% anual en sus ventas de julio. En el acumulado, presenta una leve contracción de 0,2%.
“Los bienes de consumo masivo en supermercados tradicionales se mantuvieron prácticamente estancados, evidenciando un gasto aún cauto”, dijo Silva.
“Estos resultados se enmarcan en un contexto macroeconómico de consumo privado creciendo en torno al 2% según el IPoM del Banco Central, impulsado por mayores ingresos reales, menores tasas de interés y cierta recuperación de la inversión. Sin embargo, el escenario sigue condicionado por un mercado laboral frágil, con un empleo asalariado privado que no logra repuntar con fuerza, lo que limita la capacidad de gasto de los hogares”, agregó la economista.
Para Silva, de cara al segundo semestre, “la estabilización macroeconómica y la baja de la inflación aportan un marco más favorable, pero la confianza deprimida y la incertidumbre laboral siguen siendo los principales frenos para una recuperación más robusta del consumo”.