Una expansión de 1,6% registró el Producto Interno Bruto (PIB) del país en el tercer trimestre frente al mismo período de 2024, de acuerdo al informe de Cuentas Nacionales publicado por el Banco Central. Una cifra que se ubicó levemente por debajo de las expectativas del mercado, de 1,8%, según el consenso de Bloomberg, y también inferior al ritmo observado en la primera parte del año.
El resultado, detalló el instituto emisor, se explicó por el aumento de la demanda interna, que mejoró 5,8% anual gracias al vuelo del consumo y de la inversión.
Esta última aumentó un 16,1% anual en julio-septiembre, impulsada tanto por la formación bruta de capital fijo (FBCF) como por la variación de existencias.
La FBCF se incrementó 10% debido a más recursos destinados a equipos de transporte -camiones y buses- y a maquinaria y equipo eléctrico y electrónico, lo más alto desde el segundo trimestre de 2022.

“Una muy buena noticia es la fuerza con la que crece la inversión (...). Si uno descuenta el rebote post pandemia, este es el crecimiento de mayor magnitud que vemos desde el año 2012, lo que muestra que los proyectos de inversión del país están avanzando con fuerza”, celebró el ministro de Hacienda, Nicolás Grau.
El consumo de los hogares, en paralelo, se expandió 2,9%. La principal incidencia se registró en el área de servicios, donde destacó el mayor gasto en salud, restaurantes y hoteles, y transporte.
Desde la perspectiva del origen, la expansión del PIB fue explicada, principalmente, por el comercio y los servicios personales y empresariales. En contraste, la actividad minera retrocedió.
Las cifras con ajuste estacional dieron cuenta de una desaceleración en la actividad económica de 0,1% respecto del trimestre previo.
Respecto al comercio exterior, el instituto emisor informó que las importaciones de bienes y servicios aumentaron 12,8% mientras que las exportaciones no registraron variación.
Alejandro Fernández, de Gemines, destacó una “notable” recuperación de la inversión y una expansión “más discreta pero sólida” del consumo privado.
La visión del mercado
En el caso del PIB, el resultado del tercer cuarto se trató de la menor expansión anual desde el segundo trimestre de 2024.
“Los últimos resultados de cuentas nacionales muestran una economía que comienza a desacelerarse durante la segunda mitad del año. Así, el crecimiento durante el tercer trimestre no sólo estuvo bajo lo esperado respecto a lo sugerido por los Imacec, sino que además se ubica bajo lo esperado en el IPoM de septiembre”, señaló la economista de BICE Inversiones, Marcela Calisto.
“A primera línea, luce algo decepcionante el crecimiento del tercer trimestre”, complementó el economista jefe de EuroAmerica, Felipe Alarcón.
En el período, “se observa claramente el lastre que significó la minería para la actividad -desde la óptica de la oferta-, mientras que desde la demanda, destaca significativamente la aceleración de la inversión”, sumó.
El gerente de estudios de Gemines, Alejandro Fernández, resaltó el “importante dinamismo de la demanda interna que ya se había manifestado en el segundo trimestre”. El economista ve una “notable” recuperación de la inversión y una expansión “más discreta pero sólida” del consumo privado. “Esto permite ser optimistas respecto del cierre del año y de las perspectivas para 2026”, aseguró.
Lo que se proyecta
El ente autónomo también informó que se revisó al alza el PIB, en una décima en el primer trimestre y dos en el segundo trimestre, de 2,5% a 2,6% y de 3,1% a 3,3%, respectivamente. Algo que sorprendió al mercado y que celebró Grau.
“Se confirmó que la economía venía aún más dinámica de lo que se pensaba. De hecho, revisó al alza el crecimiento del primer trimestre y el segundo trimestre”, declaró el ministro. Ello, “suma al impulso del año”, afirmó.
“Lo que nos sorprendió algo, fueron las revisiones al alza del primer y segundo trimestre, que fueron principalmente por mayores exportaciones de cobre y algo de mayor inversión, pero que lo primero no debería volver a repetirse, ya que pareciera ser que fue algo puntual”, mencionó, a su vez, la economista principal de Bci Estudios, Francisca Pérez.
Con todo, el mercado espera que el cuarto trimestre registre un crecimiento similar al de julio-septiembre. Mientras que el año en su conjunto cerraría con un alza anual cercana a 2,5% en el producto.
Bci, BICE Inversiones y Coopeuch apuestan por una expansión de 2,3%, mientras que EuroAmerica y Gemines se inclinan por un avance de 2,4%.
Para el próximo año, de momento, las estimaciones se ubican entre 2% y 2,5%, donde un importante factor será la política.
“Será importante conocer la magnitud y temporalidad de un eventual ajuste sobre el gasto fiscal, para así calibrar posibles efectos sobre la actividad”, señalaron desde Coopeuch, pero ven posible un PIB de hasta 2,4%.
Mientras que Fernández aseguró que “es posible que el crecimiento esté más cerca de 2,5% en 2026”. Y Alarcón mejoró su proyección desde 2% a 2,2%.
Aumentan el déficit de cuenta corriente y la deuda externa del país
A US$ 4.599 millones, equivalente a 5,4% del PIB, subió el déficit en cuenta corriente durante el tercer trimestre, según informó el Banco Central. Con ello, el saldo negativo acumulado en un año alcanzó un 2,5% del Producto.
El resultado, dijo la entidad, refleja el saldo deficitario de la renta y la balanza comercial de servicios, el cual fue en parte compensado por el saldo de la balanza comercial de bienes.
En paralelo, la deuda externa se situó en US$ 269.408 millones, lo que representó un aumento de US$ 9.952 millones en el lapso, explicado por las transacciones de los sectores Gobierno, empresas y bancos. Las obligaciones de corto plazo residual totalizaron US$ 67.681 millones.En el caso de la cuenta financiera, esta registró entradas netas de capital por US$ 5.439 millones, atribuibles a la compra de bonos gubernamentales y al otorgamiento de préstamos a empresas y bancos por parte de inversionistas no residentes.
Repunte de la pesca contrasta con la baja de la minería
Reflejo de lo heterogéneo del crecimiento local, el sector pesca descolló en el tercer trimestre al exhibir una recuperación de 10,9% frente a igual período de 2024 gracias a una mayor producción acuícola.
Mucho más atrás, con una expansión de 5,8%, se ubicó el comercio al registrar alzas en todos sus componentes, pero destacaron por su incidencia y dinamismo las ventas mayoristas; y el rubro agropecuario-silvícola, con un 4,7%, y solo acusando la excepción de la silvicultura.
En la dimensión de los servicios, el transporte mejoró 3,6% y la actividad de comunicaciones y servicios de información un 2,6%.
Al mismo tiempo, los servicios empresariales se incrementaron 4,2% y los correspondientes a los personales 3,4%. La salud fue la principal contribución al alza, seguida por la educación.
La industria manufacturera, a su vez, aumentó 1,7% gracias a la elaboración de alimentos y la fabricación de productos metálicos, maquinaria y equipo. Mientras que la construcción registró un avance de apenas 0,8%, resultado que se explicó por una mejoría en las obras de ingeniería, que fue en parte compensado por una disminución en la edificación y en los servicios especializados, dijo el Banco Central.
Como contraparte, la actividad minera fue la que acusó el mayor descenso (6,5%), en línea con una menor producción de cobre. El resto de esta área registró cifras positivas, impulsada por la extracción de oro y plata.
La actividad suministro de electricidad, gas, agua y gestión de desechos (EGA) presentó un descenso de 4,4%, donde tuvo un efecto del desempeño de la generación eléctrica.