Más de seis años han transcurrido desde que comenzara a operar la llamada Ley de Pago a 30 días, pero al parecer aún hay un camino por recorrer.
Dato decidor, es que un 80% de las pequeñas y medianas empresas -sondeadas en una encuesta de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech) y CobranzaOnline.com- admitieron enfrentar retrasos en la respuesta por venta de productos o la prestación de sus servicios a distintas contrapartes.
Incluso, dada la citada situación, un 60% de la muestra reportó haber estado al borde del cierre o tenido que recurrir a financiamiento externo.
El presidente de la Asech, Jorge Welch, comenta que “los resultados de esta encuesta nacional nos muestran la otra cara de la moneda: ocho de cada diez Pymes afirman que la Ley de Pago a 30 Días no se cumple en sus operaciones. Eso es una señal alarmante. La morosidad no es solo un problema financiero, es un obstáculo estructural que afecta la viabilidad de miles de emprendimientos y el empleo que generan".
Retrasos que superan los 60 días
La mayoría de las empresas consultadas afirmaron que la legislación vigente desde 2019 no es eficiente en sus operaciones. Por ejemplo, un 91% recibió pagos con más de 15 días de atraso, y un 28,92% en un lapso superior a 60 días.
La medición, que se realizó durante julio y agosto del 2025, también revela la magnitud el impacto de las facturas: casi la mitad de las empresas (47%) reporta problemas de pago en más del 10% de sus facturas, y un 12,7% asegura que la morosidad afecta a más de la mitad de sus facturas emitidas.
El retraso aparece como un fenómeno ampliamente extendido entre las empresas. De acuerdo con los últimos registros, el 95,7% de las firmas declara haber enfrentado clientes que no pagan o no pueden pagar, mientras que apenas un 4,3% asegura no haber vivido esta situación.
La cobranza también se convierte en un reto, en donde la mayoría reconoce un manejo limitado. Un 74% de las empresas declara que realiza el proceso de manera interna y sin herramientas especializadas, mientras que apenas un 18% opta por tercerizar o utilizar soluciones tecnológicas diseñadas para este fin.
Belén Sanguinetti, socia fundadora de Cobranzaonline.com, señala que "el hecho de que el 74% de las Pymes aún gestione su cobranza de forma interna y sin herramientas especializadas representa una vulnerabilidad importante, ya que las empresas de mayor tamaño cuentan con procesos robustos y tecnología que les da ventaja en esta tarea".
Las grandes empresas como principales deudoras
A la hora de establecer quiénes son las contrapartes, el sondeo apuntó a que se trata de las grandes empresas (42,16%), seguida por otras Pymes (40,27%).
Una demora que también alcanza a entidades del sector público, como son los hospitales (12%). Es el caso de Carlos, quien es dueño de una empresa pequeña que se dedica al mantenimiento y venta de equipos médicos. Según relata, el problema parte de la base que la institución no emite la orden de compra hasta que se entregan los productos.
Y ese no es su único problema, a esto le suma la tardanza en el proceso de la recepción conforme que, según su experiencia con el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, la institución “en promedio, tiene más de 100 días de demora después de vencida la factura”, afirmó el microempresario.
Para redondear, la medición indica que el atraso promedio en los pagos alcanza los 44 días, y eso gráfica las dificultades de liquidez en la operación diaria de las firmas.
En esta línea, es que la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) sugirió hace un mes que las Pymes paguen el IVA únicamente cuando reciban efectivamente el pago de sus facturas, en lugar de hacerlo al momento de emitirlas. La medida, incluida como la número 11 dentro de sus 50 propuestas de “Motores para impulsar el crecimiento sostenible de Chile", busca aliviar la carga financiera de las pymes y darles mayor liquidez. “De manera correlativa, el comprador sólo podrá utilizar el crédito fiscal cuando haya efectuado efectivamente el pago”, propuso la entidad.