Más que buenas noticias, muchos desafíos para el nuevo gobierno
Gonzalo Sanhueza Socio Econsult
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El Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo del Banco Central (BC) podría ser considerado como una buena hoja de ruta para el gobierno que recién asume. Y es que, aunque el instituto emisor tiene carácter autónomo, y su foco está puesto en mantener la estabilidad de los pagos internos, a través de una inflación controlada; y externos, evitando el desencadenamiento de una crisis de financiamiento externo, su análisis técnico sobre la capacidad de crecimiento de la economía en el mediano plazo y la evolución de la inversión, no fueron buenas noticias y marcaron un desafío importante para el nuevo gobierno.
En efecto, el BC estableció que el crecimiento potencial de la economía chilena se ubica entre 2,5% y 3%. Esto significa que, con nuestra capacidad instalada operando, nuestra fuerza de trabajo empleada y los proyectos de inversión concretándose, la tasa máxima a la que podríamos aspirar a crecer se encuentra en ese rango. Para el periodo 2018–2020, en tanto, el crecimiento proyectado se sitúa entre 3% y 4%. Estas cifras son levemente superiores puesto que aún existen brechas de capacidad ociosa que, en la medida que se vayan cerrando, van a significar un crecimiento más acotado. Lo que resulta más preocupante, no obstante, son las proyecciones para el PIB tendencial. El PIB tendencial representa el potencial de crecimiento de mediano plazo de la economía, sin considerar el efecto de los shocks que alteran la capacidad productiva en el corto plazo, y asumiendo una utilización normal de los factores productivos. Así, según el BC, si en el mediano plazo se dan todas las condiciones, el crecimiento que podría alcanzar nuestra economía sólo se elevaría a un rango entre 3% y 3,5%, es decir, sólo se podría aumentar en medio punto porcentual el crecimiento de largo plazo de la economía.
En línea con lo anterior, el IPoM plantea que durante los próximos cinco años la inversión crecerá a tasas entre 3,5% y 4,5%, lo que tampoco resulta demasiado auspicioso para el sector construcción y la industria manufacturera, que claramente esperaban un repunte mayor. Peor aún, el crecimiento proyectado fluctuaría en el periodo 2018 y 2020 entre 3% y 4%, con un sesgo a la baja.
De esta manera, las proyecciones reveladas por el BC anuncian un escenario complejo para el nuevo equipo económico del presidente Piñera, el que deberá desplegar todos sus conocimientos y destrezas para generar un cambio significativo tanto en la inversión como en el crecimiento.
En este contexto, su primer gran desafío será aumentar la tasa de ahorro para financiar el incremento de la inversión. Si el país quiere crecer sostenidamente y alcanzar mayores niveles de PIB potencial y tendencial, será necesario aumentar la tasa de inversión a 25% del PIB. Para esto, será necesario incrementar la tasa de ahorro desde el 21% del PIB- en que se encuentra- a 23% del PIB, financiándose el resto de la inversión con ahorro externo. Esto requerirá una política fiscal más austera, que logré disminuir el déficit fiscal y una reforma tributaria que vuelva a incentivar el ahorro.
Con todo, si bien las noticias económicas para Chile no son tan auspiciosas como algunos hubiesen esperado, un buen desempeño por parte del nuevo equipo económico del Presidente Piñera traerá sin duda buenos resultados para nuestra economía.