El claro triunfo de José Antonio Kast en la elección presidencial del 14 de diciembre -día en que también hubo definición parlamentaria- aceleró de parte de la oposición las negociaciones que se acostumbran a dar en el Congreso Nacional en términos de quienes integrarán las mesas que liderarán tanto la Cámara de Diputados como el Senado el próximo año.
Y aunque aún no se ha llegado a un acuerdo que deje conforme a todos los representantes de la derecha ni menos aún al Partido de la Gente (PDG), también hay otra arista, que ha pasado inadvertida: la conformación de las comisiones al interior del Parlamento, incluida la presidencia de las mismas.
Dichas instancias -ya sea en la Cámara o en el Senado- son precisamente una suerte de “sala de máquinas”, donde los proyectos de ley aterrizan e, incluso, enfrentan sus primeras modificaciones –a través de las indicaciones- y se llega a acuerdos entre el oficialismo y la oposición.
“Lo más importante es tener una mesa que permita también una presencia importante en comisiones clave, que pueden truncar o acelerar los proyectos del Gobierno”, dijo el presidente de la Cámara, José Miguel Castro (RN).
En la Cámara de Diputados hay 27 comisiones permanentes, mientras que en el Senado son 24. Y las presidencias de las mismas son especialmente importantes para los diferentes sectores, por lo que se negocian entre las fuerzas más numerosas, que incluyen a otras que no lo son tanto, pero que pueden balancear las votaciones hacia uno u otro lado, que en el caso de la Cámara para el próximo período será el PDG.
Y la composición que tendrá el Congreso Nacional en ambas cámaras, pero especialmente en la Cámara Baja, le da una ventaja significativa, en este aspecto, al futuro oficialismo, liderado desde La Moneda, a partir del 11 de marzo de 2026, por el Presidente electo y fundador del Partido Republicano (PR) José Antonio Kast.
Las más codiciadas
Hay que recordar que en las pasadas elecciones parlamentarias, para el próximo período, la Cámara quedó conformada por 64 diputados para la oposición 76 para el oficialismo, 14 del PDG y un independiente, donde los diputados del partido de Franco Parisi, que aspirarían a presidir la Cámara -ya sea con Pamela Jiles o con algún otro integrante de la bancada- podrían sacarle bastante ventaja al inesperado número de diputados que obtuvieron.
Lo anterior, porque –si no les ocurre lo mismo que a sus predecesores en el actual período, aunque eran menos- tendrían la opción de conseguir más de alguna presidencia de una comisión relevante e integran varias de ellas.
Entre las comisiones más importantes y, por lo mismo, más codiciadas, tanto en la Cámara como en el Senado, están Hacienda, Constitución, Economía, Trabajo, Salud, Relaciones Exteriores, Educación, Gobierno, Minería y Energía y las coaliciones y partidos siempre aspiran a ocupar estas; y, si no, luego comenzar a decantarse por otras menos clave.
No obstante, mientras el futuro oficialismo se regodea en que, como pocas veces, podrá darse el gusto de quedarse con la presidencia de, si no todas, la gran mayoría de estas comisiones, en la Cámara Baja; y, además, con una conformación de siete-seis a su favor, se abre ante el sector la posibilidad de pasar múltiples proyectos de ley, al menos en esta primera etapa de tramitación, en los temas más relevantes, como impuestos y/o reforma tributaria, que tiene sólo quorum calificado para ser aprobado, es decir, la mitad más uno.
Eso significa que si el Gobierno del Kast pretende avanzar en los primeros meses de su futura administración con la reforma tributaria comprometida de rebajar de 27% a 23% el impuesto de primera categoría, las probabilidades de que pase rápidamente la Comisión de Hacienda de la Cámara son muy altas.
Lo propio podría ocurrir en Constitución, Trabajo o Economía. Para que iniciativas de estos ámbitos avancen en la Sala, al oficialismo le bastará con sellar un acuerdo con el PDG, de modo de no tener que comenzar a buscar unos pocos votos en la oposición, cuyos representantes tienen la convicción de que no lograrán acceso “a la presidencia de ninguna comisión relevante y si es que alcanzamos a alguna, será en alguna de esas que no tienen ningún peso y, más encima, vamos a ser minoría en todas”, se lamenta un legislador que ve como la centroizquierda quedará reducida a su mínima expresión en el Congreso, que es el hábitat natural de la oposición.
En este contexto, el actual presidnete de la mesa de la Cámara, el RN José Miguel Castro, señaló que aspira a “una mesa que dé la posibilidad de gobernabilidad para el próximo Gobierno” y que “no me cierro a las negociaciones de una mesa, quizás, integrada hasta un punto”.
En su caso, añadió que “lo más importante es tener una mesa que permita también una presencia importante en comisiones clave, como lo son Gobierno, Interior, como lo es Hacienda, Seguridad Ciudadana, Economía... distintas comisiones que, obviamente, pueden truncar o acelerar los proyectos del Gobierno”.