Marzo de 2026 será especial para el economista Felipe Larraín Bascuñán. Ese mes cumplirá 50 años ligado a la Universidad Católica de Chile, un hito al que llegará con otro hecho inédito: el debut hace unos días en la citada casa de estudios de la cátedra de Economía e Inteligencia Artificial que lleva el nombre de sus padres: Vicente Larraín Izquierdo y Marta Bascuñán Lazcano.
“Quiero hacer algo en su memoria”, había pensado el dos veces ministro de Hacienda del fallecido expresidente Sebastián Piñera, como parte de una inquietud que -según relata- aspiraba a atender otras dimensiones: contribuir al país y hacerlo desde la Facultad de Economía de la UC. Lo propuso y le resultó.
Ahora, y por primera vez, habrá un fondo (endowment) que financiará la investigación, las clases, las conferencias, seminarios en la materia del profesor que se adjudicó esta iniciativa en el país para los primeros cuatro años: Nicolás Figueroa.
Pero marzo, claramente, traerá otro hito del cual se hace eco el también director de Clapes UC: el cambio de Gobierno, uno que espera que lidere el republicano José Antonio Kast. Y lo enfatiza luego de admitir la sorpresa y decepción que le provocó el quinto lugar de la candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei -su opción- en la elección presidencial del 16 de noviembre.
“Esperábamos que le fuera mejor (…) Pero el día lunes amanecimos con otra realidad, con la realidad de que había dos candidatos que pasaron a segunda vuelta”, señala, junto con recordar que ya había expresado hace unos meses que -si la exalcaldesa de Providencia eventualmente no pasaba a segunda vuelta-, respaldaría al exdiputado. “Lo dije y lo digo hoy: yo lo apoyo sin reservas, porque es la persona que mejor representa -dentro de las posturas que hay-lo que Chile necesita en este momento y está mucho más cerca de mis convicciones de lo que está Jeannette Jara”.
- Durante la campaña de primera vuelta hubo hartas reservas de algunos economistas sobre las propuestas de Kast y el recorte de gasto, que -asumimos- fue el gran tema que se discutió en la reunión del martes con el equipo del candidato.
- Fue uno de los temas. Yo creo que se ha magnificado el tema del recorte de gasto fiscal. Cuando me preguntan si se puede o no recortar US$ 6 mil millones, yo cuento mi experiencia. A mí me tocó hacer tres recortes de gasto de alrededor de 0,4 punto del PIB cada uno, 1,2 puntos en total. Esos son hoy unos US$ 4 mil millones.
- ¿Sin afectar beneficios sociales?
- Sin afectar ningún beneficio social. Además, otro tema que también hablamos el día martes fue que hay una disposición de una mayor gradualidad.
- ¿Eso lo dejó tranquilo?
- Completamente. Yo no armaría un casus belli (motivo de guerra) del tema de si son US$ 4 mil millones o son US$ 6 mil millones. En lo que sí hay amplio acuerdo, en todos los sectores, es que hay que hacer un importante ajuste de gasto, que hay gastos que están mal evaluados y que hay otros que no deberían hacerse. Esto ha quedado bastante claro con el trabajo que ha hecho la contralora general de la República, que ha descubierto que teníamos aquí los turistas que son enfermos imaginarios.
- El actual Gobierno tiene el objetivo, que el próximo lo puede modificar o mantener, de llegar al balance fiscal estructural en 2029. ¿Se puede alcanzar eso?
- Sí. Esto tiene que ver con voluntad política, porque hay que hacer un ajuste fiscal que permita mejorar nuestras cuentas fiscales y volver a cumplir con las metas, porque por mucho que uno tenga una institucionalidad fiscal de clase mundial, si uno no la respeta, se deteriora.
- ¿La invitación sería a seguir siendo más bien exigentes en esa meta?
- Sí, por supuesto, lo que no significa llegar a un equilibrio de inmediato. O sea, lo vamos a hacer en forma gradual. ¿En cuánto tiempo? Eso es lo que tiene que juzgar el próximo Gobierno.
“Eso requiere llegar a algunos acuerdos”
- ¿Y se puede hacer el recorte y reducir el impuesto corporativo, como propone Kast?
- Si le va bien con los recortes de gasto mal evaluado, superfluo y, a veces, relacionado directamente con figuras delictivas, como fue el caso de las licencias médicas, usted va haciendo un espacio para poder acomodar también una rebaja de impuestos.
Hay dos cosas que se pueden hacer antes de compensaciones de aumentos de impuestos: aumentar la base para que todos paguen, porque aquí todavía hay una evasión importante; y mejorar el crecimiento económico, que es el mejor recaudador de todos.
Si tenemos mayor crecimiento económico, puede haber espacio para mejorar las cuentas públicas y para bajar el impuesto corporativo. Y para que se pueda equilibrar bien esta ecuación, tenemos que hacerlo con gradualidad.
- Entonces, primero hay que hacer el recorte de gasto y después el impuesto...
- Se puede hacer al mismo tiempo, pero no de un golpe.
- ¿Pero se puede avanzar con la reducción del impuesto corporativo dada la composición que tendrá el futuro Congreso?
- Hay un empate en el Senado y no hay mayoría en la Cámara. De hecho, hay 76 diputados que apoyarían un eventual Gobierno de José Antonio Kast, y esa medida requiere de mayoría simple, que son 78. Eso requiere llegar a algunos acuerdos. Lo más factible es el Partido de la Gente, entendiendo que esa no es una bancada completamente homogénea. Pero hay gente que, frente a un buen proyecto, creo que estará dispuesta a apoyar y esas mayorías -que no están garantizadas- se pueden construir.
Creo que ganará José Antonio Kast en diciembre, pero jamás daría por descontado el triunfo, no me confiaría nunca. Hay que estar siempre en guardia, siempre cuidando esa ventaja que hoy dicen las encuestas, porque hemos visto casos de ventajas que se han evaporado.
- ¿Le ve algún flanco abierto a José Antonio Kast?
- No, pero estos 30 días van a ser bien intensos.
- Del programa de Kast se ha hablado mucho del recorte de gasto y recorte de impuestos. ¿Pero hay otros aspectos que comparte?
- Todo el acento en la permisología que pone Kast, donde Chile ha tenido un retroceso gradual y consistente (…).
Para ser justos, quiero reconocer el avance durante el actual Gobierno con el proyecto de permisos sectoriales -nosotros aquí apoyamos al ministro (Nicolás) Grau-, pero mi mensaje es que no solo por ley mejoraremos el tema de permisos, se requiere voluntad política, se requiere que los funcionarios entiendan que esto es cuestión de prioridad pública.
No hay que olvidar que este tema de la permisología, que la necesidad de ajuste de gasto y una rebaja al impuesto corporativo, son instrumentos, porque el objetivo es que este país pueda crecer más y generar más empleo. Hoy tenemos una emergencia no solo laboral, sino que tenemos una emergencia de crecimiento en nuestro país.
Críticas desafortunadas
- Usted ha hablado de su aprecio en lo personal y profesional por Jorge Quiroz. De llegar Kast a la presidencia, ¿es el hombre para ser ministro de Hacienda?
- En primer lugar, eso lo tiene que determinar el futuro Presidente y si es José Antonio Kast, él lo tiene que determinar. Pero, en segundo lugar, el Ministerio de Hacienda quedaría en muy buenas manos con Jorge Quiroz. Es una persona a quien conozco por más de 30 años, me ha tocado trabajar con él en varios proyectos, en temas de investigación, y tengo la más alta impresión personal y profesional de Jorge.
- ¿Qué le han parecido las críticas dado el rol de asesor de Quiroz de empresas que se han visto involucradas en casos de colusión?
- Oportunistas. Jorge tiene una empresa consultora conocida. ¿Este tipo de críticas se las hacen a las oficinas de abogados que toman clientes? Yo no he visto nunca que se las hagan a las oficinas de abogados.
Me parece que esas críticas han sido desafortunadas y uno las entiende para los momentos de campaña, estamos en campaña.
- Pero la colusión de las farmacias o los pollos es un tema sensible, ciudadano.
- Por supuesto, pero todos los que están en esas cosas tienen abogados. Y así como tienen abogados, también contratan economistas y les preguntan una opinión.
- Ahora, el mismo Quiroz ha dicho que dado su rol de microeconomista, lo han subestimado algunos de sus pares.
- Me parece presuntuoso subestimar un microeconomista, no lo haría por ningún motivo.
- Dado su rol de dos veces ministro de Hacienda, ¿le daría algún consejo a quien podría asumir como ministro en marzo, sea Quiroz u otra persona?
- El consejo que siempre doy es que hay que tener mucha paciencia en el Ministerio de Hacienda, hay que estar dispuesto a trabajar horas largas y no hay que perder el sentido del humor.
- ¿Usted estaría dispuesto a colaborar en un eventual Gobierno de Kast?
- Yo estoy encantado de colaborar, como lo hemos hecho con todos los gobiernos -incluso de Michelle Bachelet-, pero soy un profesor universitario feliz y un director de Clapes UC encantado.
Así que espero poder colaborar en lo que me pregunten, pero desde mi posición de profesor universitario y director de Clapes UC.