Eran las 11:36 de la mañana cuando el gobierno ingresaba a la oficina de partes de la Cámara de Diputados el proyecto de Reforma Tributaria. Como el trámite se realizó pasada la hora del inicio de la sesión de Sala, ésta no pudo dar cuenta del texto con la propuesta por lo que debió postergarse para hoy el inicio formal de su discusión legislativa. La situación, no hizo más que acrecentar la preocupación que existe en las filas de la Nueva Mayoría. Y es que el ambiente en el oficialismo es de inquietud, pues pese a contar con los votos para aprobar la reforma hay sectores de la coalición donde preocupa la falta de coordinación que ha quedado en evidencia estas últimas semanas. A tal punto, que tras las reuniones del lunes en la mañana, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, sorprendió al convocar a una cena en La Moneda a los representantes de los parlamentarios del sector. La idea era, justamente, lograr una perfecta coordinación para enfrentar el debate y la embestida de la oposición. Pero también asegurarse que durante su tramitación no se produzca el temido "fuego amigo" del que dio cuenta la mandataria a raíz de las críticas al proceso de instalación
Y es que los cuestionamientos surgidos del mismo oficialismo están resultando difícil de contener debido a situaciones inesperadas como las que se produjo este martes a raíz del ingreso de la iniciativa. Aunque, muy temprano, el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, se reunió con los presidentes de las comisiones del área, el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) y diputado Pablo Lorenzini (DC) para, según comentó este último, "ponernos de acuerdo en los timings de la tramitación del proyecto", iniciada la sesión de Sala de la Cámara Baja a las 11:00 horas no se pudo dar cuenta del ingreso del texto, porque el documento no había ingresado a la oficina de partes de la Corporación. Incluso el presidente de la Cámara, diputado Aldo Cornejo (DC), fue interpelado por el diputado opositor Nicolás Monckeberg (RN), quien acusó que pese al discurso del gobierno sobre la importancia del proyecto, éste no podía iniciar su tramitación por una tardanza de la administración Bachelet.
no se ha dado cuenta porque no ha ingresado, en la forma como dice el reglamento". Y pese a que un sector de la Nueva Mayoría insistía en pedir la unanimidad de la Sala para que el proyecto pudiera iniciar su tramitación durante la jornada, dado que Arenas expondría ante la Comisión de Hacienda a las 15:30, se decidió posponer la gestión para este miércoles y así no correr el riesgo que la UDI se negara a dar la unanimidad, pues así lo habían decidido en el gremialismo.
Buscando responsables
Así, rápidamente, y aunque en sordina, comenzó el tan temido "fuego amigo". En la Nueva Mayoría se empezó a buscar responsables del bochorno. Después de un apresurado paneo, las miradas recayeron en la Segpres, liderada por la ex senadora DC Ximena Rincón. Desde Hacienda se defienden asegurando que el proyecto fue enviado a la Segpres a la medianoche del lunes, mientras que la ministra aludida dice que llegó a su cartera a las 00:50 horas. Finalmente, en Hacienda se reduce el tema a un "retardo burocrático".
Pero dicho retraso provocó que Arenas deba repetir hoy la exposición que hizo ayer ante los diputados de Hacienda. La diferencia es que, esta vez, los parlamentarios tendrán a mano el proyecto y el informe financiero. En este contexto y justamente para evitar las críticas y el llamado "fuego amigo" es que el senador Jorge Pizarro (DC) hizo un duro análisis de la situación política, enfatizando la necesidad de una "coordinación muy firme" entre el gobierno, los parlamentarios y los presidentes de partido. Porque de no ser así, podría generarse un terreno fértil para la proliferación de los temidos "díscolos", los mismos que nacieron durante el primer gobierno de Bachelet y surgieron los primeros meses de la administración de Sebastián Piñera.
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