Al 13 de mayo, faltando poco más de un mes para que entre en vigor la nueva norma de etiquetado de alimentos, sólo el 16% de los cerca de 5.000 tipos de productos que hay en supermercados y que deben llevar los discos “alto en”, cuentan con la nueva rotulación.
Así lo confirmó una encuesta realizada por Cadem a 45 puntos de venta a lo largo del país, en los supermercados Líder, Jumbo, SISA, Unimarc, Tottus, Mayorista 10 y Alvi.
En total son 14 categorías que deberán llevar la nueva etiqueta negra, entre ellas galletas, snack y chocolates, las que lideran este proceso con un 39%, 37% y 27% de cumplimiento, respectivamente.
Vienesas, mantequilla, fiambres, margarinas y néctares regulares son los que menos productos tienen con la nueva rotulación. Eso sí, los néctares son un caso especial ya que son los únicos productos que no llegarán al 100% del stock con etiquetas, porque las empresas han estado realizado adecuaciones en sus fórmulas para bajar los niveles de azúcar en los productos.
Pero es el bajo nivel de implementación en general el que enciende las alarmas, dado que se prevé las campañas de liquidación se acentúen en los próximos días, para evitar incumplimientos por parte de supermercados.
De hecho, ya desde hace dos semanas aproximadamente que las grandes cadenas no están recibiendo productos sin el nuevo disco pare y se espera que ya a inicios de junio comiencen a devolver productos, para evitar multas a partir del 26 de junio, cuando se inicia la fiscalización.
Por estos motivos, esta semana será clave, dado que es el último plazo para que se concrete algún acuerdo con el gobierno que evite tener pérdidas del orden de US$ 50 millones, que es lo que se estima hay de stock sin rotular aún disponible para la venta. En fuentes empresariales está la idea que con 90 días de transición, la industria alcanzaría a vender todos esos productos en stock sin generar daño económico.
Fiscalización
De acuerdo a lo comentado por el subsecretario de Salud, Jaime Burrows, la fiscalización será en base a los riesgos sanitarios y de riesgo.
“No vamos a llegar con la fiscalización a todos los lugares al mismo tiempo, entonces se va a comenzar por aquellos lugares que tienen mayor prioridad sanitaria como establecimientos municipales, publicidad y los grandes centros comerciales”, explicó.
Respecto a las multas a las que se arriesgan las grandes empresas, como supermercados, van desde “un décimo de unidad tributaria mensual hasta 1.000 Unidades Tributarias Mensuales (unos $ 45,5 millones). Las reincidencias podrán ser sancionadas hasta con el doble de la multa original”, dice el artículo 174 del Código Sanitario.
A lo anterior se suma que también se puede clausurar o cancelación la autorización de funcionamiento de los locales, así como decomisar o destruir productos.