Hasta la justicia llegaron finalmente los problemas societarios al interior de la Clínica Lo Curro (ex Clínica Las Nieves). Esto, luego que hace unas semanas José Vidal, hermano del conocido doctor Pedro Vidal, interpuso una querella por fraude, estafa y apropiación indebida.
La acusación está dirigida al arquitecto Abraham Senerman, al abogado Lucas Silva, el empresario Favio Traverso, y el director de Bethia, Gonzalo Rojas, y en contra de quienes resulten responsables.
¿El motivo? Según se explica en el documento, en 2010 el demandante junto a un grupo de inversionistas decidieron comprar la entonces Clínica Las Nieves para acondicionarla y explotarla, especializándose en cirugías plásticas. Así, se reunieron médicos especialistas que trabajarían a tiempo completo e inversionistas capitalistas, estos últimos los demandados.
El firmante de la querella -el ingeniero civil José Vidal-, relata que en estos cuatro años, han ocurrido “hechos y actuaciones difícilmente comprensibles” que, en definitiva, han provocado que “mediante una serie de artilugios legales, administrativos y financieros”, los capitalistas habrían desplegado una variada gama de actos.
Estas acciones, en su conjunto, habrían estado destinadas a defraudar y marginar a los minoritarios, para “constituirse como únicos dueños del atractivo establecimiento clínico ya remodelado y en funcionamiento”.
Vidal agrega que Senerman, Rojas, Silva y Traverso habrían tomado control absoluto de la administración, ocultando información de la operación y resultados y “llegando al punto de marginar con particular violencia al principal médico inversionista y gestor del proyecto, como también a inversionistas médicos gestores y minoritarios que no eran de su confianza o no acataban sus arbitrarias decisiones”.
Situación de la clínica
También señala el demandante que ellos habrían mantenido el establecimiento clínico en un continuo deterioro económico y financiero, “el que se habría derivado de un pésimo manejo administrativo y desorden, que en la actualidad se traduciría en el inminente colapso y ruina del proyecto”.
Esto -argumenta Vidal- se traduciría en que el costo de remodelación se triplicó respecto del presupuesto, se despidió personal calificado, no se publicitaron los servicios y se llegó a un enorme endeudamiento financiero, entre otros temas, a los que sumó el paso de cuatro gerentes generales por la administración.
“Este accionar ha sido desplegado premeditada y dolosamente por los querellados, quienes para este efecto han actuado coludidos, razón por la cual se ha configurado en la especie el delito de fraude y estafa a los inversionistas minoritarios que, con gran desesperación observamos desde fuera estas maniobras ejecutadas con particular destreza y frialdad”, dice la querella presentada en un juzgado capitalino.
Así, en el escrito de 25 páginas, José Vidal pide condenar a estos inversionistas al máximo establecido por la ley, además de solicitar que se decreten diligencias como una investigación por parte del OS-9 de Carabineros y pedir un peritaje contable y financiero al Labocar.