Matriz de Fensa y Mademsa cierra planta de refrigeradores en Chile y concentrará producción en EEUU

El directorio de la Compañía Tecno Industrial (CTI), -controlada por el grupo sueco Electrolux- anunció ayer un profundo programa de reestructuración de su negocio de refrigeración en el país, el cual implicará el cierre de su emblemática planta ubicada en Maipú a partir de abril próximo.

En este escenario, la firma pasará a abastecer el mercado local con productos importados a partir del segundo trimestre de este año.

Esta decisión corresponde a un plan a nivel a mundial implementado por Electrolux, qué informó que el cese de estas operaciones en el país forma parte de una reorganización global que reubicará la producción de las líneas de productos de refrigeración en plantas que posee en otros países. En este contexto, la compañía añadió que consolidará toda la manufactura de artículos de cocina de Estados Unidos en su fábrica ubicada en Springfield, Tennessee.

La compañía explicó que el cierre de su área de refrigerados en Chile busca elevar “la eficiencia y mejorar la oferta de productos locales”. Esta reestructuración tendrá un costo aproximado de US$ 27 millones -225 millones de coronas suecas- en el que se reflejará en los resultados del primer trimestre de 2019, según detalló en un comunicado.

Electrolux remarcó que mantendrá sus líneas de producción de cocinas y productos de lavado -lavadoras y secadoras- en Chile, argumentado que “conforman la mayor parte de su producción, y en las que la compañía es más eficiente y competitiva”.

Por ello, tras el cierre de la planta de refrigeradores, CTI mantendrá operativas sus otras dos plantas ubicadas en la comuna de Maipú.

Cabe señalar que la empresa importa productos que como calefones, secadoras de ropa, campanas de cocina, freezers y lavavajillas, que comercializa en los mercados local y externo bajo sus marcas propias Fensa y Mademsa, y también bajo marca Electrolux. En 2017, la producción propia de CTI ascendió a 695.538 unidades, dentro de un total de productos vendidos que llegó a 1,27 millón.

Situación de los trabajadores

La plana gerencia de CTI comunicó a los trabajadores de la planta en proceso de cierre, que esta medida no implicará despidos y que su dotación de 140 empleados será reubicada en las otras áreas de producción.

El presidente del sindicato n°1 de CTI, Tito Álvarez, explicó que la compañía ha venido aplicando reducciones de personal, las cuales llevaron a la desvinculación de unos 300 trabajadores de diferentes áreas de la empresa en diciembre pasado.

El dirigente aseguró que CTI les señaló que este ajuste en la planta era parte de un plan interno para “hacer limpieza” de aquellos empleados que mostraban un exceso de ausentismo y bajo rendimiento.

Sin embargo, Álvarez aseveró que el tema de fondo era la compleja situación de la compañía, luego de los malos resultados de la estrategia de la empresa.

Al respecto, detalló que hace tres años la firma hizo una “fuerte inversión” –que estimó en unos $ 5.000 millones- en maquinaria para optimizar la exportación de refrigeradores a mercados de la región, pero que por incumplimientos con proveedores no se logró producir la cuota de artículos que tenían como meta.

Asimismo, el presidente del sindicato sostuvo que desde el aterrizaje de Electrolux, la relación entre la compañía y los sindicatos ha sido de “una guerra constante”.

Una compañía emblemática

El término de la planta de refrigeradores de CTI se suma a la serie de decisiones de cierre de operaciones implementadas por distintas fábricas nacionales en el último año.

Los orígenes de CTI están en Valparaíso, ciudad en la que se fundó en 1905 como “Fábrica Nacional de Envases y Enlozados” para explotar una planta de envases. A partir de 1940, la firma se traslada definitivamente en Santiago, donde pasa a ser Fensa y Mademsa.

A mediados de 2011, Sigdo Koppers vendió el total de sus acciones de CTI -50,1%- a la transnacional sueca Electrolux por US$625 millones. Tras la adquisición de la parte del grupo nacional, el 97,79% de la propiedad de la compañía pasó a manos de la firma europea.

En ese momento, el plan anunciado por los nuevos controladores era reforzar su liderazgo en la región latinoamericana en la producción de artículos de cocina, lavadoras y refrigeradores.

Sin embargo, los resultados en los años posteriores estuvieron por debajo de lo esperado: mientras en 2011 anotó utilidades por $ 46.114,6 millones, en 2017 registró pérdidas por $ 61.086,6 millones.