El trabajar en diferentes compañías y ver de cerca cómo se movía la industria de telefonía móvil, motivó a los socios de Simple -Oliver Flögel, CEO de Microsoft Chile, Clemente Canales, Daniel Jiménez y Alberto Warnken- a crear una marca de Operador Móvil Virtual (OMV). Así en junio de 2015 se lanzó Simple, enfocada en brindar un servicio sin condiciones, flexible y centrado en los usuarios. Hoy la empresa cuenta con 12 mil clientes y planea cerrar el año con 30 mil, además de tener planes de expandirse a México y Perú.
Clemente Canales, director de Simple, señala que existe un sentimiento de injusticia ante la forma en que las compañías prestan servicios. "Los contratos los definen las firmas y cuando éstas se quedan con el dinero de una persona porque venció el plazo para ocupar la bolsa de minutos que contrataron, esto genera una sensación de abuso. Por otra parte, en el contrato existe una obligación de ´amarrarse´ a un monto fijo mensual. Si hablo más de eso me cobran y si no lo utilizo no me lo devuelven. Nadie está en su plan perfecto y eso va en beneficio de la empresa no del usuario", asegura.
Ante este diagnóstico, Simple escogió competir con un funcionamiento 100% digital. La firma no tiene sucursales, ni puntos de ventas en mall o de recarga en comercios.Todo se hace a través de Internet, en su sitio web o través de su aplicación móvil. De esta manera, los costos son bajos y los beneficios se traspasan a los usuarios, quienes no contratan un plan sino que recargan en base a sus necesidades y acceden a una tarifa única de $ 1 por segundo y $ 6 por mega sin condiciones.
"Nuestra misión es ser justos con los clientes y prescindir de la letra chica. Tenemos ganancias en la medida en que nuestro modelo funcione como un círculo virtuoso (...) Como toda empresa nuestros inversionistas esperan un retorno, pero estamos haciendo las cosas de manera distinta y redibujamos el modelo completo. Esto no sólo es necesario en este rubro sino para Chile y el mundo. Hay que cambiar los paradigmas de que no puedes entregar toda la información o que hay prácticas que deben continuar", afirma Canales.
Simple busca clientes que confíen en lo digital y deseen portarse y hoy figuran en el tercer lugar de portabilidad.
En la empresa, donde trabajan sólo nueve personas, es sencillo mantener informados a los colaboradores sobre sus resultados, lo que también responde a otro pilar fundamental de la compañía: la transparencia. "Debes implementar dentro la cultura que quieres transamitir porque si hay desajustes se notan en el exterior. En Simple todos conocen cómo van nuestras finanzas y se hacen partícipes de lo que ocurre", sostiene Canales.