Inquietud existe en parte importante del sector financiero local, tanto entre entidades nacionales como extranjeras, en vista de la normativa integrada en el proyecto de Reforma Tributaria que permitirá ingresar capitales de personas naturales y jurídicas de origen chileno, desde el extranjero con un beneficio impositivo (pago de un 8% por sólo un año). Esto, debido a las potenciales acusaciones hacia las entidades que no detecten a clientes que mantengan dineros de forma irregular.
Y es que en la iniciativa, se establece como requisito el levantamiento del secreto bancario para que el Servicio de Impuestos Internos (SII), la Unidad de Análisis Financiero (UAF) y el Banco Central puedan acceder a la información de los capitales declarados, e intercambiarla entre dichas reparticiones públicas y otras que requieran la información.
Alternativas
“Se les va a preguntar a los clientes si tienendinero en el exterior no declarada, pues esto podría significar que el banco o entidad es un colaborador”, indica un abogado del entorno financiero. La situación sería, además, más compleja, pues “el pago de 8% es engañoso, ya que no considera el 27% por impuesto de herencia que tarde o temprano se deberá pagar, así que de todos modos llegas al 35%”, asevera el profesional, “manteniendo el incentivo para que quienes han utilizado esta práctica”.
“Lo estipulado podría afectar a bancos, corredoras y algunos family office locales que manejan capital de chilenos en el extranjero”, indica un agente bancario. “Tienen dos alternativas: mantener al cliente que esté en esta situación sin hacer nada o pedirle que se lleve su dinero a otro lado”. Asegura que es muy probable que las compañías estén trabajando documentos que hagan a los clientes certificar que los dineros que tiene con ellos son declarados en Chile, de modo de “no enfrentarse a escándalos como ha ocurrido en otros países”.
Más que multas
Explica que aunque “un alto porcentaje del capital está declarado, el problema se encuentra en un segmento a nivel de familias que fueron acumulando dineros por generaciones”. Cree que las firmas harán lo posible por “evitar verse expuestas a tremendas multas por estar coludidos en contribuir a manejar platas”.
Remarca que en el sector existen dudas respecto a la aplicación de esta normativa, pero “lo cierto es que los agentes regulatorios podrán entrar a las oficinas y pedir las listas de clientes”. Lo más riesgoso “no serán los montos, sino las consecuencias en términos de reputación”, advierte.
Al respecto, uno de los más recientes casos registrados a nivel internacional lo experimentó el banco suizo Credit Suisse. Hace algunos meses, un tribunal en Estados Unidos le impuso una multa récord de US$ 2.500 millones, por “ayudar” a ciudadanos estadounidenses a evitar el pago de tributos sin colaborar con las autoridades de la nación en varios procesos de investigación. El banco se declaró culpable de los cargos de ocultación de activos y destrucción de documentos.
No más “palos blancos”
Expertos consultados ven en la medida un resguardo de las autoridades para evitar los denominados “palos blancos”, donde un particular busca internar capitales externos ocultando el propietario original de esos bienes.
Uno de los puntos más llamativos son las multas que se establece en las indicaciones: es que en caso de declarar como propios bienes o rentas de terceros, la multa ascenderá a hasta el 300% del valor de los activos involucrados.
Este punto, de alguna manera, divide a los expertos. Por una parte, señalan que la tasa del 8% es “atractiva” y “compensa” el levantamiento del secreto bancario, pero una multa tan severa -señalan- plantea dudas sobre la pertinencia de acogerse a este régimen.