La Fiscalía Centro Norte de Santiago continuó presentando testigos que probarían el aumento coordinado de precios de medicamentos en el denominado caso Colusión de las Farmacias. El pasado viernes, ésta llamó a declarar a Gonzalo Izquierdo, ex ejecutivo de Laboratorio Grünenthal, y a Fernando Albala, gerente de Laboratorio Maver, para insistir sobre un punto clave del proceso: los ejecutivos de laboratorios habrían actuado como vasos comunicantes entre las farmacias. La Fiscalía sotiene que dado que se habría empleado un mecanismo para regularizar los precios, no existirían correos probatorios entre ejecutivos entre farmacias.
Izquierdo afirmó que a partir de una solicitud de una category manager de Fasa, se contactó con Farmacia Cruz Verde, a fin de regular el precio del fármaco Belara y no tener pérdidas.
Por su parte, Albala declaró que a través de un correo electrónico se ofreció para actuar como intermediario entre las cadenas farmacéuticas para subir el precio de otro. El correo iba dirigido a Sergio Purcell, de Farmacias Ahumada, y en él se ofrecía para subir el precio de un medicamento que no había podido introducir en el mercado, dado que por su bajo precio de venta a público las compañías no estaban dispuestas a adquirirlo.
En tanto, fuentes próximas a la defensa de las compañías tendrían otra lectura de los testigos. En su opinión, las declaraciones de ambos habrían servido para aclarar que, si bien existieron dichos correos, la intención de los ejecutivos habría sido la de incitar a competir a las cadenas farmacéuticas para fijar precios.