Un giro inesperado pero, al final del día, positivo, se dio a conocer respecto al nuevo ajuste que se concretará en enero de 2026 en las cuentas de electricidad. Si bien las estimaciones apuntaban a que el Gobierno se despediría con otro incremento -aunque más moderado- respecto de la seguidilla de alzas que implicó el descongelamiento de las tarifas eléctricas, otros factores habrían impulsado a la baja esta variación, lo que aliviaría los bolsillos después de mucho tiempo.
En la noche de este martes la Comisión Nacional de Energía (CNE) publicó el Informe Técnico Preliminar de Fijación de Precios de Nudo Promedio del Sistema Eléctrico Nacional, correspondiente al primer semestre de 2026, el cual apunta a una baja en las cuentas de electricidad.
Esto, porque la entidad técnica corrigió la metodología utilizada para aplicar el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Sin embargo, hay dos versiones de lo ocurrido. Algunos expertos apuntan a que el problema se generó cuando este indicador fue aplicado dos veces en procesos anteriores, gatillando un alza en las tarifas que no correspondía. Mientras, fuentes de Gobierno descartan a DF que se trate de un error, explicando que es el resultado de un cambio en la metodología que se aplicaba desde 2017.
Precisamente, tras las informaciones publicadas, el ministro de Energía, Diego Pardow, confirmó que "este es un cambio metodológico que está proponiendo la CNE respecto de algo que se venía haciendo desde el 2017 y que permitiría una rebaja en las cuentas de la luz del orden del 2% promedio nacional a partir de enero próximo".
De esta forma, aunque se trata de un informe preliminar y resta aún el definitivo, el camino estaría pavimentado para que el 2026 comience con una variación a la baja en las boletas. Pardow hizo el punto: "Es importante destacar que es un informe técnico preliminar que está sujeto a observaciones de las empresas en este periodo y por lo tanto el llamado es a esperar el desarrollo de este curso institucional".
Los ajustes habrían torcido el destino de lo que arrojaban los cálculos a partir de los datos disponibles. El mes pasado, con lo que se conocía hasta ese entonces, las estimaciones apuntaban a un alza. La consultora energiE sostuvo a DF en ese momento que se proyectaba un aumento de 2% en la tarifa residencial más habitual, que abarca al 97% de los clientes a nivel nacional, con un consumo promedio de 180 kWh/mes (conocido como BT1A), lo que equivale a unos $ 800 mensuales adicionales para un hogar promedio.
Mientras, en el caso de la tarifa para un cliente regulado industrial, con un consumo promedio de 13.629 kWh al mes, se anticipaba un alza de 1,7%, que constituye cerca de $ 45.000 adicionales.
Bajo esas estimaciones -realizadas sin conocer el error cometido por la CNE- la consultora concluía que el alza del Precio de Nudo Promedio (PNP) en esta fijación respondía al efecto combinado de la exclusión de contratos con precios bajos y al aumento de los indexadores asociados a estos, con un impacto mucho mayor del primer efecto (contratos).
El error previo de la CNE
Será clave que en las próximas horas las autoridades aclaren lo sucedido, ya que la CNE arrastra un reciente error que generó polémica e incluso implicó la salida de un relevante profesional de la entidad. Fue en 2023 cuando en medio de dificultades se tuvo que publicar una segunda versión del informe preliminar correspondiente al primer semestre de ese año.
Lo sucedido implicó que el ministro de Energía, Diego Pardow, debiera reconocer que había un error en el primer informe preliminar, detallando que -dentro del grupo protegido- el alza era del orden de 8% y no del 14% como arrojaban los cálculos a partir del documento. Pero también, lo ocurrido implicó el despido del entonces Jefe del Departamento Eléctrico de la CNE, Deninson Fuentes.