A días de la obtención de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) por parte de la megalínea Kimal-Lo Aguirre, que unirá Antofagasta y Santiago con una inversión de unos US$ 1.500 millones, la directora ejecutiva del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), Valentina Durán, señala a DF que la obra -que se aprobó en dos años exactos- marca un precedente respecto de cómo se puede lograr evaluar en plazos oportunos.
Y aunque algunos tienen suspicacias sobre cómo se alcanzó este hito, recalca: “Tenemos un trabajo técnico que está a la vista en los expedientes. Este proyecto nos ayuda a demostrar que con un trabajo bien hecho y cumpliendo con todos los estándares legales, incluyendo los más ambiciosos de participación ciudadana que nos pide el Acuerdo de Escazú, es posible lograr reducciones de plazo”.
Junto con comenzar a “quebrar la curva de los plazos de evaluación”, Durán destaca que han logrado los grandes ejes trazados al llegar y adelanta que el 3 de diciembre presentarán la mayor modernización del SEA en 15 años desde su creación.
Esto implica incorporar la inteligencia artificial (IA) en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA); automatizaciones de procesos; una herramienta para reducir los tiempos asociados a la tramitación de las consultas de pertinencia; un sistema que mejora la información de los territorios en los visores geoespaciales; y una optimización a la plataforma en línea del SEIA.
“Ha habido políticas de Estado consistentes que han impulsado el desarrollo de la institucionalidad y de la política y de la gestión ambiental. Y espero que esas políticas se mantengan”.
- ¿Fue clave el apoyo desde el Estado, con la conformación de un equipo especial para el caso de la megalínea? No todas las iniciativas cuentan con ello.
- Pero eso tiene que ver con la magnitud. El Servicio responde y atiende y evalúa los proyectos con el mismo celo. Lo que pasa es que un proyecto de estas dimensiones, requiere un despliegue coordinado para poder cumplir con los plazos .
- El proyecto tuvo dos Icsara y no fue necesario tener uno extraordinario. ¿Qué permitió no tener que agotar todas las etapas?
- En este caso se llegó a la determinación del cumplimiento de la normativa ambiental, de la suficiencia de las medidas y el establecimiento de las condiciones necesarias para poder aprobar este proyecto en esos plazos.
- ¿Hay completa seguridad de que no hubo quizás algún apuro político de aprobarlo a tiempo?
- Los proyectos están sujetos a recursos administrativos y recursos judiciales, así que el tiempo dirá cuán bien se evaluó. Nosotros tenemos la tranquilidad de haber hecho un trabajo serio para un proyecto de enorme relevancia conforme a los estándares normativos que tenemos como servicio.
- ¿Descarta cualquier tipo de criterio político en la evaluación?
- Sí, claro. Esto es un trabajo técnico.
- ¿Qué percepción tiene sobre la certeza que se les entrega a los inversionistas? Se critica que se emiten muchas guías y que eso complejiza la evaluación.
- Quien sabe de evaluación ambiental agradece las guías. Es lo que nos dicen todas las semanas consultores y titulares de proyectos porque dan claridad y unifican criterios. Las exigencias ambientales se han ido elevando con el tiempo, no porque lo quiera el SEA. Porque lo quieren las leyes, los tratados internacionales, lo exige la ciudadanía y además estamos viviendo una triple crisis planetaria.
Esta apuesta por unificar criterios a través de guías, criterios de evaluación y capacitaciones, está dando sus frutos. Y prueba de ello es que el 2025 ya alcanzó un récord de monto de inversión aprobado con más de US$ 34 mil millones y estamos proyectando que vamos a alcanzar a fin de año los US$ 40 mil millones aprobados, o cerca, lo que nos muestra que la estrategia ha sido la correcta y que los tribunales de justicia además han validado estas decisiones.
- Tras la elección presidencial, ¿hay alguna preocupación de lo que pueda surgir en una próxima administración en materia ambiental? ¿Quizás perder lo logrado?
- Chile ha tenido políticas de Estado consistentes con su apertura al comercio internacional y con su apuesta al multilateralismo. El desarrollo de una institucionalidad ambiental robusta ha sido una condición para poder tener esta apertura al comercio internacional.
Ha habido políticas de Estado consistentes que han impulsado el desarrollo de la institucionalidad y de la política y de la gestión ambiental. Y espero que esas políticas se mantengan, porque son las que nos dan prosperidad y confianza de la ciudadanía de que se protege el medio ambiente al mismo tiempo que se generan condiciones para la inversión.
- ¿La reforma al SEIA debiera ser una prioridad?
- Existen distintos consensos y se ha generado mayor información, así que en buena hora se pueden generar las discusiones para poder mejorar la institucionalidad ambiental (...) Se ha avanzado a través de medidas de gestión importantes, se ha avanzado con el reglamento del SEIA, así que una próxima administración podrá buscar nuevos consensos y generar impulsos suficientes para seguir fortaleciendo la institucionalidad ambiental.