Tras 90 años de historia el estudio jurídico Otero continúa en plena vigencia. Y es que la reinvención ha sido el principal motor a lo largo de su historia. Bien lo sabe Gerardo Otero, socio y heredero de la tradición familiar, quien señala que con el tiempo la firma se ha consolidado en un nicho que fueron penetrando de a poco. “Comenzamos a abrirnos al mundo asesorando a empresas internacionales en sus negocios acá en Chile y también a muchos chilenos que comenzaban sus emprendimientos tanto dentro como fuera del país”, señala.
Lo que más destaca de la trayectoria de la oficina es la capacidad de reinvención y adaptación a las nuevas exigencias del mundo de los negocios y el derecho, “sin perder nuestros principios e identidad”, dice Gerardo.
Continuando con este espíritu es que la firma hoy está haciendo una apuesta mayor por desarrollar un área que hasta el momento no tenían del “todo cubierta”, como es la de recursos naturales y energía, la que hoy dirige Emilio Pohl. “Asimismo, hace ya algunos años, hemos sumado el área tributaria. Todo con la incorporación de abogados que se han especializado dentro y fuera del país. Ello ha venido a complementar las áreas de práctica, a estas alturas ya tradicionales del estudio, como la inversión extranjera, litigios, tecnologías de la información, derecho laboral, corporativo y fusiones y adquisiciones”, detalla Otero.
Por otro lado, y para acompañar a sus clientes fuera de Chile, el estudio forma parte de tres asociaciones internacionales, ILP Global (International Lawyer Partners); E-Iure; y Employment Law Alliance.
Actualmente el equipo del estudio jurídico Otero lo integran 15 abogados, entre ellos cinco socios. Sobre expectativas de crecer en número, Otero asegura que por el momento no es una prioridad. Su apuesta es seguir como una oficina de tamaño mediano que a la vez les permita abarcar las diferentes necesidades de sus clientes y relacionarse con ellos en forma rápida y directa.
Sobre lo que viene para la firma, este abogado es un convencido que la globalización del mundo y la democratización de las comunicaciones y de las tecnologías los va a obligar a estar siempre actualizados e “ir un paso más allá en todas aquellas materias que creamos puedan ser de interés o necesarias para nuestros clientes”.