Viña Concha y Toro informó a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) la suscripción de un pacto de accionistas por parte de miembros de la familia Guilisasti Gana, los principales socios en el grupo controlador de la bodega.
El acuerdo, firmado el 8 de abril, incluye a Inversiones Totihue S.A. -dueña de un 22,5% de las acciones y ligada a la familia mencionada- y a otros actores vinculados al clan Guilisasti, que en conjunto suman un 6,5% adicional.
Dentro de este último porcentaje, destacan -ya sea de forma directa o indirecta- algunos de los hermanos Guilisasti Gana que participan en altos cargos dentro de la viña: Eduardo, su gerente general; María Isabel, que se desempeña como vicepresidenta de Vinos Finos e Imagen Corporativa; y Rafael y Pablo, quienes forman parte del directorio.
¿Qué busca el pacto? El documento regula, respecto de sus suscriptores, “ciertos aspectos relacionados con la transferencia de acciones y la actuación conjunta en el ejercicio del control de la Sociedad, entre otras materias”, explicó la empresa al regulador.
El control de la firma
Con todo lo anterior, la viña fue enfática en aclarar que no hay cambios en la estructura de poder.
El control sigue en manos de las familias Guilisasti Gana y Larraín Santa María, quienes tienen un acuerdo de actuación conjunta no formalizado, que permanece intacto, independiente de que los primeros hayan suscrito el mencionado pacto de accionistas.
Entre ambos grupos, segñun la última memoria de Concha y Toro, detentan el 37,85% de la propiedad. Dentro de ese porcentaje, por sobre la demás, destaca la sociedad Inversiones Totihue, con un 22,5%: de ella, participan las siete ramas de los Guilisasti Gana: Eduardo, Rafael, Pablo, Isabel, Sara, Josefina y la sucesión de José, además de la madre de todos ellos, Isabel Gana Morandé.
Otra de las grandes sociedades que forma parte del grupo controlador -según la última memoria- es Inversiones Quivolgo, ligada a la familia de Alfonso Larraín Santa María -presidente del directorio de Viña Concha y Toro- y su cónyuge, Teresa Vial Sánchez, que cuenta con un 4,4% de la propiedad.
Asimismo, Inversiones La Gloria, también ligada a Larraín Santa María, pero junto a sus hermanos Andrés, Pilar, Gabriela y Luz María, detenta el 2,43% de la empresa.
Durante 2024, los ingresos de la viña crecieron un 14,5% y sus utilidades ascendieron a los $77.420 millones, un 79,5% más altas que en el ejercicio anterior.