Los ocho días feriados donde el comercio cierra obligatoriamente durante este 2025 cuestan unos US$ 1.200 millones. En concreto, al día son entre US$ 120 millones y US$ 170 millones que se dejan de vender. Y hay tres días que preocupan en el sector: aquellos donde cesan de operar por elecciones.
Este año son tres jornadas cívicas. Una ya fue -las elecciones municipales y primarias del 28 y 29 de junio, donde solo el domingo se limitó la operación de malls y centros comerciales-, pero hay dos que aún no ocurren, a saber, las elecciones parlamentarias y primera vuelta presidencial, que se desarrollarán el 16 de noviembre, y la segunda vuelta para elegir al primer mandatario, que será el 14 de diciembre.
Por eso el comercio valora un proyecto de ley que busca limitar esta restricción, debido a que la evidencia internacional y nacional muestra que abrir los establecimientos comerciales no priva a los trabajadores de concurrir a votar, sostiene la presidenta de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), María Teresa Vial.
La dirigenta argumenta que ya en las municipales y primarias de junio, que se desarrollaron en dos días, “se pudo constatar que la apertura de los malls y centros comerciales no afectó la concurrencia de personas a los centros de votación y, de hecho, fue menos gente a votar el día en que el comercio cerró”.
A juicio de la líder gremial, el cierre obligatorio -que afecta, a su juicio, “discriminatoriamente solo a centros comerciales o centros administrados bajo una misma razón social”- ha mostrado no cumplir con el objetivo de incentivar una mayor participación ciudadana.

María Teresa Vial, presidenta Cámara de Comercio de Santiago. Foto: Julio Castro
Añade que en cambio sí ha producido efectos adversos “como el avance del comercio informal, la pérdida de ingresos tributarios y una disminución de hasta un 45% en las ventas formales”.
Esto es aún más cierto ahora que el voto es obligatorio, recalca. “No tiene ningún sentido”, insiste la dirigenta. “El derecho a voto debe garantizarse, entonces tienen tres horas para ejercer este derecho, ya sea al inicio o al final de la jornada y eso no se descuenta de ninguna forma”, acota.
US$ 170 millones al día pueden dejarse de facturar por cerrar los comercios.
Vial resalta que en cada proceso eleccionario en que se obliga a cerrar a parte importante del comercio se limita el derecho de los trabajadores a concurrir a su trabajo, considerando que muchos tienen ingresos variables, que puede ser hasta un 30% de su remuneración total, y se restringe el acceso al comercio formal a los consumidores, sin que exista evidencia de un beneficio electoral proporcional.
De hecho, hace ver que las restricciones de funcionamiento al comercio, todas juntas, restan dos puntos al crecimiento del sector.
Además, este rubro es el mayor empleador del país, generando más de 1 millón de trabajos.
La industria del comercio minorista misma es un sector que mueve millones de dólares. El año pasado, el sector facturó unos US$ 68 mil millones, revelan cifras de la CCS.
De ahí que, de cara a la iniciativa que permite al comercio abrir en las elecciones, la presidenta de la CCS opine que “el proyecto presentado constituye un paso relevante hacia la modernización de nuestra normativa electoral, respetando la libertad de las personas y el desarrollo de la actividad económica”.
Ventas navideñas
Sobre las restricciones que vienen en noviembre y diciembre, la representante gremial insiste en que éstas además se producen en una época de gran movimiento para el comercio, algo que queda en evidencia al ver las cifras de los Cyber Day.
Por ejemplo, en el evento de comercio electrónico de octubre de 2024 se vendieron US$ 1.300 millones, en tanto que durante la Navidad pasada la industria facturó en total US$ 6.100 millones.
“El período de Navidad, esto es, desde el 1 al 24 de diciembre, significa alrededor de 9% de las ventas del año”, agrega Vial.