Un año de cifras positivas fue 2017 para la marca holandesa Heineken. Así lo muestran sus resultados al cierre, con ganancias netas por US$ 2.369 millones, un 26% más que en 2016.
En el caso de los ingresos, éstos también crecieron, cerrando 2017 en US$ 26.801 millones, un 5,3% más que el año anterior, cuando alcanzó los US$ 25.459 millones.
El ejercicio de la marca en 2017 estuvo marcado por la adquisición de 1.900 pubs de Punch Taberns en el Reino Unido, el 100% de la propiedad de Lagunitas (cervecera norteamericana) y la compra de Brasil Kirin, operación que, en palabras del presidente ejecutivo de la firma, Jean-François van Boxmeerm, los posicionó como "la segunda compañía más grande de cervezas en Brasil".
Además, Heineken, socio del grupo Luksic en CCU, logró sus objetivos de sustentabilidad en términos de CO2, sobrepasando la meta fijada para 2022, estableciendo "ambiciosos objetivos para 2030 con nuestro programa Drop the C", agregó el máximo ejecutivo.
Para este año, Boxmeerm señaló que se espera "que el entorno continúe marcado por la volatilidad y la incertidumbre".
"Excluyendo los principales desarrollos macroeconómicos y políticos imprevistos, esperamos ofrecer un incremento del margen operativo de alrededor de 25 puntos porcentuales", agregó.