Inspirada en un sistema alemán de eficiencia energética, que permite controlar el consumo a través de radiodifusión para redirigir la electricidad en horas punta, la empresa chilena Dóminet desarrolló un sistema de alerta de catástrofes capaz de enviar una alarma usando diversos medios en menos de 10 segundos.
“En una catástrofe la gente necesita estar informada en tiempo real esté donde esté”, dice Christian Simpson, ingeniero de Proyecto de Dóminet.
El sistema se basa en un transmisor de baja frecuencia que emite señales codificadas. A través de decodificadores, que pueden instalarse incluso en las casas, la señal de alarma puede interrumpir las transmisiones de radio y televisión, ser enviada automáticamente por celular como mensaje de texto, intervenir sirenas de bomberos o señalética inteligente como la de las autopistas o, incluso, llegar a las redes sociales.Al ser de baja frecuencia, puede llegar a todo el país, sin zonas oscuras.
“Con esto se puede entregar una señal en tiempo real avisando que algo está pasando o va a suceder”, dice Simpson.
Implementar el sistema en Chile costaría entre US$ 30 y
US$ 40 millones y la empresa está analizando con Onemi la opción de instalar un piloto, posiblemente en Valparaíso.