Innovaciones en bodegas de Viña Errázuriz duplicaron su capacidad de producción

POR PAULA PEÑALOZA



Buscando una mayor eficiencia en los procesos de producción y con el objetivo de mejorar la calidad en sus vinos, Viña Errázuriz realizó la construcción e incorporación de innovaciones y nuevas tecnologías en sus bodegas Ícono y Max Reserva, desarrollos que han permitido incrementar su capacidad de producción de 3 millones de kilos de uvas a 6,5 millones.

Don Maximiliano, KAI y La Cumbre son los vinos premium que se elaboran en estas bodegas, en cuya construcción se invirtieron
US$ 18 millones. Sólo en la Bodega Ícono, donde se produce el 3% de la producción total de la viña (alrededor de 400 mil litros), representando el 50% de la facturación, se invirtieron US$ 7 millones.

Fundamentalmente, se apostó por un diseño sustentable que incorporó varias medidas de eficiencia energética y mejor aprovechamiento de los recursos hídricos: luz natural para las instalaciones; un sistema de climatización que no requiere gasto energético pues funciona a través de tuberías ubicadas a tres metros bajo tierra, que permiten enfriar el aire de manera natural; paneles solares que calientan el agua; y un sistema que hace circular el vino de manera gravitacional.

“Nuestra bodega tiene tres pisos, así que pudimos dejar de ocupar bombas para empujar el vino y usar la gravedad de un proceso a otro”, explica Francisco Baettig, gerente enología corporativa de Viña Errázuriz, añadiendo que de esta manera ha aumentado la calidad de los caldos.

En la reestructuración de Max Reserva, detalla el ejecutivo, se buscó incrementar el volumen de producción.

“En esa bodega, particularmente, buscamos eficiencia por sobre todo e impulsamos cambios en la sala de barricas apiladas en racks, que se manejaban de modo manual. Ahora, con un sistema automatizado, los trabajadores están en un ambiente más seguro”, especifica.

Baettig añade que durante los años en que aún se sentían fuerte los efectos de la crisis económica que se arrastraba desde 2008, la producción se mantuvo estable, “sin embargo, a partir del próximo año esperamos retomar un crecimiento anual a una tasa que puede ser de un 10%”.




Nuevos desarrollos


Actualmente, la empresa se encuentra trabajando en nuevas variedades de productos. Entre ellas, Baettig destaca “The Blend Collection White”, una mezcla blanca con cepas del Ródan, que va en asociación con una mezcla de vinos tintos, también de cepas mediterráneas.

“Estamos trabajando en distintas variedades y hemos plantado algunas cepas novedosas como Tempranillo, Grenache, Pinot Gris y otras que deberían traducirse en nuevos productos en un futuro cercano”, adelanta el enólogo.