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Modelo de relación con las comunidades de Arauco se centra en diálogo directo, continuo y local

Tras el evento de Valdivia en 2004, la firma ha apostado por una nueva estructura de relaciones.

Por: Alejandra Maturana | Publicado: Martes 29 de septiembre de 2015 a las 04:00 hrs.
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En febrero de 2014 Arauco recibió la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de su proyecto de Modernización y Ampliación de la Planta Arauco (MAPA), asunto para el que fue clave el trabajo de diálogo anticipado al proceso de participación ciudadana que exige el EIA.

Charles Kimber, gerente de Asuntos Corporativos y Comerciales de la firma, comenta que esto les permitió llegar con los problemas detectados y las soluciones ya acordadas con la comunidad, agilizando el proceso mediante la viabilidad social.

Esto fue posible porque en 2012, antes del inicio formal del EIA de MAPA, se implementó un programa voluntario de participación con los vecinos, el que contó con 39.400 visitas a casas abiertas, 609 formularios de opinión, 4.400 visitas al Complejo Forestal Industrial Horcones, 686 visitas interplantas y once foros públicos, además de iniciativas de difusión en terreno, programas de información para los trabajadores y la implementación de un sitio web informativo.

"Llevamos estos procesos en los mismos lugares y con nuestra misma gente, no con empresas externas ni ejecutivos que viven en Santiago. Es un trabajo local en el cual no sólo buscamos informar, sino también generar soluciones a problemas y oportunidades a través del diálogo con las comunidades", afirma Kimber.

El ejecutivo indica que la firma tuvo un temprano y duro despertar frente a estos temas, principalmente impulsado por el evento de Valdivia en 2004, cuando el daño ambiental ocasionado por la empresa al humedal del santuario de la naturaleza del Río Cruces derivó en la muerte de cientos de cisnes de cuello negro.

"A partir de eso nos dimos cuenta del empoderamiento ciudadano y de la importancia de estar en sintonía con la realidad de cada lugar, pero también nos dimos cuenta de que al ser una empresa chilena, que también crece mucho fuera del país, habíamos perdido la noción de pertenencia. Llegamos a la zona con una gran inversión, tecnología de punta y personal internacional, pero no estábamos insertos en la comunidad", reflexiona.

Tras la experiencia, la firma estableció equipos especializados en relacionarse con los stakeholders, cuya estructura se encuentra en un alto nivel de la compañía y tiene relación directa con la gerencia general, de modo que el traspaso de información y toma de decisiones es rápido y fluido. Para ello, tienen oficinas en Valdivia, Concepción, Arauco, Nueva Aldea y Constitución, con un equipo de 25 personas dedicadas full time a los asuntos públicos y comunicaciones de la compañía.

"Antes éramos una empresa de muy bajo perfil, tanto que incluso teníamos problemas de reconocimiento de marca. Pero en los últimos años nos hemos preocupado de acercarnos a la gente, que nos conozcan y se genere un diálogo, de que si hay un camión que pasa levantando polvo frente a la casa de alguien, esa persona sepa a dónde puede ir o a quien puede llamar para solucionarlo", apunta Kimber.

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