Empresas y Startups

Sólo 16% de los futuros doctorados tiene interés en trabajar en empresas

Los privados tampoco han mostrado interés por contar con capital humano avanzado, dicen los expertos.

Por: | Publicado: Miércoles 1 de agosto de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Francisca Orellana 



Actualmente, hay más de 3.000 estudiantes de doctorado, y se espera que a 2014 regresen cerca de 800 que están estudiando en el extranjero, gracias a Becas Chile y Conicyt. Sin embargo, la gran mayoría tiene interés por trabajar en el mundo académico y sólo el 16% quiere hacerlo en la empresa privada, según una encuesta de ambas instituciones a casi 1.700 alumnos en el exterior. 
Pese a que los titulados de doctorados traen consigo el fortalecimiento de capacidades que les pemite liderar la innovación e investigación y desarrollo en el ámbito público y privado, “las carreras científicas no han incorporado activamente oportunidades para que los estudiantes se familiaricen con las empresas y entonces se sienten más seguros en la academia. Además, existe la convicción de que en el sector privado no se podrá hacer investigación de frontera o hay desconfianzas sobre la orientación de las mismas”, explica Pablo Astudillo, coordinador de la organización Más Ciencia para Chile.

Ejemplos del aporte de este tipo de capital humano avanzado, existen: Centrovet, tras incorporar a doctores y magísteres, pasó de ser proveedor de productos farmacéuticos a un laboratorio veterinario especializado en medicamentos y vacunas; Sirve, por otro lado, profundizó sus soluciones tecnológicas antisísmicas o materiales de construcción. Sin embargo, existe consenso en que la empresa privada no ha sido capaz de “cautivar” a estos talentos.

“Es negativo que exista poco interés en trabajar con privados porque a las empresas se les abre un mundo nuevo. Hay una visión estereotipada del quehacer de los científicos y se piensa que demoran en hacer los estudios o no se pueden comprometer a obtener resultados. Falta más comunicación de los roles de cada uno”, explica Cristóbal Philippi, secretario general de la Sofofa.

Lo mismo opina José Miguel Benavente, director del Centro de Productividad de la U. Adolfo Ibáñez y del núcleo milenio sobre innovación, Intelis. Apunta que las empresas no han dado señales “claras” respecto a que les interesa recibir capital humano ultra calificado en sus filas, “y eso pasa por desconocimiento sobre su potencial”.

Derribar ciertos mitos también es importante. Se cree, por ejemplo, que contar con un doctor implica altos costos pero según el estudio, el 39% tiene expectativas económicas que rondan el $ 1.500.000 mensual, “lo que no es un monto alto”, opina Denise Saint-Jean, directora del programa Formación Capital Humano Avanzado de Conicyt.

Y Astudillo subraya un punto no menor: “Las fortalezas históricas de Chile en materia científica, como bioquímica, biología celular o astronomía, no coinciden con las necesidades actuales de la empresa chilena, que apuntan a las áreas de minería, las ingenierías, energía y tecnologías de la información”.

De todas maneras, que la academia sea por ahora más atractiva que el mundo privado, responde a que también hay un déficit de estos profesionales en las universidades, sobre todo de regiones y privadas, donde representan menos del 15% del plantel full time.



Diversificar la oferta


En Corfo las cifras no sorprenden, ya que es en las universidades donde más I+D se realiza. Sin embargo, los datos “ponen urgencia a cambiar este escenario, buscando ofrecer alternativas distintas donde desempeñarse”, dice Conrad von Igel, director ejecutivo de InnovaChile de Corfo.

El país está viviendo una transformación en materia investigativa. Von Igel acota que la llegada de centros de excelencia, como Fraunhofer (biotecnología) o Csiro (minería), permite que estos profesionales participen en investigaciones de punta y tengan mayores opciones de crecimiento, más cerca de la industria sin estar contratados por ella. La entrada en vigencia de las modificaciones a la Ley I+D también será un incentivo para que las empresas los contraten bajo un proyecto específico. 
En Conicyt también han hecho lo propio con el programa de Inserción de capital humano avanzado, que subsidia hasta el 80% del sueldo de investigadores por tres años. Desde 2010 han destinado $ 1.408 millones para incorporar a 35 doctores, y este mes lanzará una plataforma web que dará visibilidad a los becados: se podrá saber dónde y qué estudia cada uno, y su contacto.

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