Por Miguel Bermeo T.
El viernes 22 de marzo, Latin Gaming finalmente cerró la compra del casino de Los Ángeles a Casinos Austria, marcando la salida del país de la europea. Una transacción por US$ 31 millones –de los cuales US$ 13 millones fueron por la sala de juegos y el resto por el proyecto integral financiado por socios locales- hito que marca la consolidación del grupo panameño en el país y de paso, lo convierte en el tercer operador de casinos, al mirar el número de plazas.
En el proceso, Chile se convirtió en una fuente importante de los ingresos para la compañía, cuenta el director de Latin Gaming, Manuel La Rosa. “Nuestra idea (para Chile) es ser un actor importante, pero este proceso viene acompañado de un buen trabajo en la operación de las plazas y de la estructuración financiera de los proyectos”, explica el ejecutivo. Y “por el número de casinos, para la fecha y momento actual, estamos bastantes satisfechos con el incremento que hemos tenido en los últimos años”, dice La Rosa.
La firma facturó en 2012 US$ 63 millones, incluyendo Calama, San Antonio, Los Ángeles y Osorno, sin considerar Arica, que por ser una plaza municipal no se incluye en las cifras entregadas por la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ). Así, queda lejos del gigante Monticello, que con una sola ubicación facturó
US$ 164 millones. En tanto, Enjoy -considerando Rinconada, Antofagasta y Chiloé- facturó US$ 137,9 millones; y tras ellos, Dreams obtuvo
US$ 99,4 millones entre Temuco, Valdivia, Coyhaique y Punta Arenas, mirando sólo los ingresos brutos del juego.
La hoja de ruta
El camino de Latin Gaming en Chile comenzó en el 2000 con la adjudicación de la concesión del Casino de Arica. Cuando se creó la nueva industria de casinos, la firma apostó por Calama, Osorno y Copiapó, quedándose con los dos primeros, comprometiendo una inversión de unos
US$ 100 millones.
La estrategia de Latin Gaming, cuenta La Rosa, es la de evaluar operaciones de casino cuya administración actual ofrece amplias oportunidades de crecimiento y su ubicación cumple con sus indicadores demográficos.
Siguiendo este mismo esquema, a mediados de 2011 compraron el casino de San Antonio a los argentinos de Ivisa. Los panameños decidieron ir por esta plaza, pues “veíamos fortalezas y debilidades y podíamos incrementar mucho el win (ingresos brutos)”, cuenta el director de Latin Gaming. Después vino el proceso de mejorar la operación. Según datos de la SCJ, a agosto de 2011 ese casino sumó ingresos por US$ 6,49 millones. Al mismo mes de 2012, éstos habían subido 18% (a
US$ 7,68 millones), mientras que en igual periodo, la industria creció un 12%.
Pero eso no fue suficiente. Según La Rosa, hasta ahora la compañía habría invertido entre US$ 150 millones y
US$ 160 millones en todos los casinos que tiene en el país.
Mientras tanto, Marcelo D’Amato, gerente general de Latin Gaming en Chile, agrega que “seguiremos evaluando la compra de casinos adicionales y también participaremos en los concursos públicos por las licencias de las actuales concesiones municipales”.