La multinacional Procter & Gamble estudia la venta o la oferta pública inicial de sus marcas de cosmética. En línea con la tendencia de otras empresas estadounidenses y la intención de centrar su negocio en las marcas para el hogar y cuidado personal, la decisión de separar negocios está impulsada por el argumento de que las unidades independientes pueden alcanzar un valor de mercado más alto que dentro del grupo.
Con el apoyo de asesores, la empresa estaría diseñando el plan, aunque por el momento no hay detalles sobre qué productos podrían ser separados, señalaron a Bloomberg fuentes cercanas.
Desde que volviera al grupo en 2013, el director ejecutivo de P&G, AG Lafley, busca recuperar clientes en categorías clave como detergentes y belleza. El amplio portafolio de marcas cosméticas de esta unidad (Covergirl, SKII, Herbal Essence), generó US$ 19.500 millones en ventas en el ejercicio fiscal hasta junio, cerca de 23% de las ventas anuales, pero las cifras se han desacelerado en los últimos años y la fortaleza del dólar debilita los ingresos de las unidades internacionales.
La empresa estudia desprenderse de aquellas marcas en las que no es líder de mercado. Entre ellas se encuentran algunas fragancias, maquillaje y productos de peluquería. P&G también trabaja en un cambio de rumbo para sus marcas más grandes, Pantene y Olay, y evalúa la venta de la línea Wella, que estaría valorada en más de US$ 5 mil millones.