El grupo automovilístico francés Renault
anunció hoy que paralizará algunas de plantas europeas, con
el fin de reducir existencias en un momento en el que las ventas de automóviles han caído en todo el mundo.
La marca del rombo pretende con esta medida reducir sus
existencias para situarlas al final del presente año al mismo nivel
que se encontraban a fines del pasado, indicó el grupo en un
comunicado.
Las ventas de Renault cayeron en todo el mundo un 14,1%
en octubre pasado, un descenso que fue más pronunciado en Europa,
donde la bajada fue del 16%.
Al deterioro del mercado de vehículos nuevos se suma el de los automóviles de ocasión, lo que ha provocado un incremento de las
existencias almacenadas del grupo, señaló la empresa.
El objetivo del plan es ajustar la producción a la demanda del
mercado para evitar que se almacenen vehículos en los
concesionarios.
Para ello, se ha informado a los comités de empresa de las
diferentes plantas de que la empresa acudirá a "días no trabajados"
(DNT).
La más afectada por estas paralizaciones será la planta francesa de Ruiz,
donde se producen transmisiones de vehículos, y que parará entre el
10 de diciembre y el 3 de enero.
La planta gala de Flins no trabajará del 20 de noviembre al 3 de
diciembre, precisó el grupo.
Fuera de Francia, la paralización afectará a las plantas españolas de
carrocería y montaje Valladolid y Palencia. La primera estará
cerrada del durante once días que el grupo no precisó, mientras que
la palentina parará siete días en noviembre y otros tantos en
diciembre.
Finalmente, la planta rumana de Pitesti, donde se fabrican
vehículos Dacia, también del grupo Renault, cerrará del 20 de
noviembre al 7 de diciembre.
Los cierres de plantas estarán acompañados de otras medidas para
disminuir el impacto de la crisis en los concesionarios, tales como
la reducción de las existencias a través de operaciones de
mercadotecnia.