Más presión para el fabricante japonés. A dos días de que el presidente de
la corporación, Akio Toyoda, comparezca en el Congreso, la prensa
estadounidense publicó que Toyota se ahorró más de US$ 100 millones tras
negociar con los reguladores de EE.UU. para que permitieran al grupo arreglar los
problemas en el acelerador de sus autos con una simple retirada de las
alfombrillas.
Un informe interno de la empresa nipona referente al ejercicio 2009
demuestra que Toyota llegó a un acuerdo con los reguladores de seguridad de
EE.UU. para que dieran por finalizada una investigación abierta sobre la empresa
en 2007.
Las autoridades estaban investigando al fabricante desde ese año por las
quejas que habían recibido sobre la aceleración repentina que experimentaban
los vehículos de la compañía. Para poner fin a la investigación, Toyota acordó
retirar las alfombrillas que rodeaban el pedal, una medida muy económica que
permitió a la empresa ahorrase más de US$ 100 millones.
Los reguladores estiman que, al menos, cinco muertes están asociadas con las
alfombrillas y están estudiando otros 29 accidentes mortales relacionados con
la aceleración involuntaria de los autos.
La noticia pone aún más contra las cuerdas al fabricante japonés, que en los
últimos tres meses ha revisado más de 8,5 millones de vehículos en todo el mudo
por problemas con el acelerador.