POR CONSUELO MEJÍAS SMITH
Un año movido espera al sector lácteo chileno, puesto que se anticipan nuevas adquisiciones e ingresos a sociedades en el mercado. A las negociaciones que hoy sostiene Mulpulmo -controlada por los hermanos Jorge y Mario Meyer-, se suman las que está realizando la familia Schiess para volver a poner en marcha Lácteos Frutillar, esta vez bajo el nombre de Lechera del Lago.
De acuerdo a actores del sector, uno de los interesados sería Watt’s, que a principios de año estuvo cerca de adquirir los activos de Mulpulmo en $20.500 millones (US$ 39,5 millones), pero tras el proceso de due diligence, y una vez que se cumplió el plazo fijado por ambas compañías, la empresa controlada por la familia Larraín desisitió argumentando que no se habrían cumplido “diversas condiciones estipuladas en el Memorándum de Entendimiento”.
Por lo demás, en la industria señalan que, aunque Watt’s no concrete la operación con los Schiess “sería oportunidad de conocer las cifras y estrategia de la competencia”.
Otro de los interesados sería Surlat, que nace de la asociación entre productores de leche nacionales y la española Kaiku Corporación Alimentaria. Esto debido a que podría obtener importantes sinergias debido a que cuenta con proveedores en la Región de Los Lagos, donde se ubica la planta de Lechera del Lago. Otro punto a favor de este candidato es que ya sostuvieron negociaciones antes de que la fábrica cesara sus operaciones en el año 2009.
Por su parte, el grupo Luksic, a través de CCU, ha manifestado desde hace años su interés por ingresar al sector. Actores del negocio aseguran que su intención es “entrar como maquileros”, es decir, aportando capital para recibir dividendos, pero además para captar parte de la producción.
Mulpulmo
Pese a que hace cerca de un mes se firmó un acuerdo de compra entre Mulpulmo y el empresario Alfredo Domke, aún no se cierra el trato. “Estamos esperando que nos llegue el dinero”, afimó el asesor de los Meyer, Héctor Asenjo, quien agregó: “si falla, tenemos otros interesados”.