El fujimorismo se fragmenta y pierde su mayoría en el Congreso de Perú

La pugna de poder entre Keiko y Kenji Fujimori, ambos hijos del expresidente Alberto Fujimori, quien gobernó Perú por una década, generó ayer un duro quiebre en el partido opositor Fuerza Popular, que perdió su mayoría en la única cámara legislativa del país.

El parlamentario, hijo menor del exgobernante, y otros nueve legisladores renunciaron después de que él y dos de sus colegas fueran expulsados de la bancada fujimorista el martes, por no haber apoyado la moción de impugnación contra el presidente Pedro Pablo Kuczynski, por lazos de su empresa con la constructora brasileña Odebrecht.

Durante una conferencia de prensa ayer, Kenji afirmó que su grupo “ha sido víctima de atropellos sistemáticos contra la libertad de expresión”. Aunque él no criticó explícitamente a su hermana, sí lo hizo su compañera, Sonia Echevarría: “Me dirijo a Keiko. Esta situación es consecuencia de falta de voluntad, de diálogo, de apertura y de comunicación que ha tenido”.

Pérdida de la mayoría

Mientras que el portavoz de Fuerza Popular, Héctor Becerril, aseguró que el partido “sale fortalecido” tras el anuncio, la fuga de diputados del grupo de Kenji, autodenominado Avengers, deja al partido sin mayoría en el Congreso, con 61 diputados de 130. Así, no tendrá suficientes escaños para aprobar leyes o informes de investigación.

La salida de Kenji deja a Keiko “muy mal parada”, aseguró al diario El Comercio analista político César Campos. “No creo que pueda avanzar fácilmente sobre los escombros de la partida de su hermano y otros nueve que le harán falta en el Congreso”.

La creación de una nueva bancada parlamentaria –que ya adelantó Kenji- tiene que esperar una resolución de la Corte Constitucional, pero el hijo de Alberto Fujimori dio otro golpe a su hermana, al expresar su apoyo al Ejecutivo. El punto forma parte de un “acuerdo de gobernabilidad” oficializado ayer, que también incluye un llamado a “la reconciliación nacional”.

Ambiciones políticas

Y mientras que la decisión de Kenji y su bancada significa una victoria para PPK –que en los últimos meses perdió varios congresistas y ministros y vio su popularidad caer por el escándalo de Odebrecht- también apunta a las ambiciones políticas del hijo menor del expresidente.

En contraste con Keiko, Kenji vio su apoyo subir en enero, de 27% a 39%, mientras que su hermana perdió dos puntos, al registrar 31%, según una encuesta de GFK.

El congresista también superó a Keiko como el percibido líder del fujimorismo, con 49% versus 45%. “Parece ser más empático, se ha hecho un lugar en redes sociales y se contrasta con una Keiko rígida, de un talante conservador”, explicó a El Comercio el experto de la Universidad Católica de Perú, Fernando Tuesta.

Al ser el principal defensor del indulto a su padre, ahora cuenta con el apoyo casi explícito del exmandatario, que será clave para las elecciones de 2021. “Es más fácil que alguien apueste por Kenji, Alberto y el fujimorismo de la vieja guardia que únicamente por él”, consideró la analista política María Campos.

“Hoy ha nacido la bancada de Alberto Fujimori”, comentó el portavoz del partido oficialista Peruanos Por el Kambio, Juan Sheput. “Este es un golpe frontal a la Fuerza Popular y la hegemonía acá”.

“Keiko se la pone difícil al gobierno, pero Kenji (de la mano de Alberto) se la pone difícil a ella”, opinó politólogo Pedro Tenorio.

Kenji: de "niño terrible" al diputado más votado del país

Kenji, el hijo menor del expresidente Alberto Fujimori y hermano de la líder de Fuerza Popular, Keiko, puso fin a meses de lucha con su partido al abandonar la colectividad. Sin embargo, su carácter rebelde y terco lo había hecho protagonista de varios conflictos desde mucho antes.

Cuando el hoy congresista de 37 años era apenas un niño, ya estaba en el foco de los medios. Vladimiro Montesinos, exasesor de Fujimori, lo tildó de un "muchachito terrible" por su carácter caprichoso. Él mismo reveló que los estudios de los hijos del exmandatario en EEUU fueron pagados con dinero del Estado, hecho confirmado luego por la Justicia.

Bachiller en agronomía, Kenji dedicó su juventud a los negocios, formando una empresa de seguridad y vigilancia. Su vida corporativa no estuvo exenta de problemas: en 2013, se vio envuelto en un escándalo cuando la policía encontró 100 kilos de cocaína en un almacén perteneciente a su compañía. Tuvo mucho más suerte en su carrera política. Fue el congresista más votado en las elecciones legislativas de 2016, cuando su hermana perdió la carrera presidencial. Pero desde entonces, es el protagonista constante de controversias en su partido: enfrentó dos procesos disciplinarios y fue sancionado por varios meses.

En abril del año pasado, condenó a su bancada por haberse negado a formar una comisión para investigar abusos sexuales de la iglesia. También protagonizó un escándalo cuando, en medio de las inundaciones por El Niño, se fotografeó con la primera dama, con un cartel que decía "Una sola fuerza", al llegar al palacio presidencial para entregar donaciones. El quiebre final vino con el proceso de impugnación contra el presidente Pedro Pablo Kuczynski, en que él y sus cercanos se abstuvieron.