El Índice de Precios al Consumo (IPC) de Estados Unidos aumentó un 0,2% en junio, con lo que la inflación acumulada en los últimos doce meses quedó en el 1%, informó hoy el Departamento de Trabajo.
Con este resultado, la inflación se mantiene al nivel de mayo, pero es dos décimas más moderadas que en abril, lo que supuso la mayor subida mensual en más de tres años.
Las principales subidas se dieron en los apartados de energía, cuidado médico y los arriendos.
El IPC subyacente, aquel que excluye los precios de los alimentos y la energía, que son los más volátiles, aumentaron un 0,2% en junio, mientras que el acumulado de los últimos 12 meses fue del 2,3%, una décima más que en mayo.
En junio los precios de la energía, que llegaron a caer un 6% en febrero, muestran una ligera recuperación, con un incremento del 1,3% el pasado mes, pese a lo cual el acumulado refleja una caída del 9,4%.
Por su parte, la inflación ajustada a los salarios cayó un 0,2% en junio, lo que supone el segundo retroceso en tres meses.
Con todo, el incremento interanual está por debajo del aumento promedio interanual de 1,7% de los últimos 10 años y sigue por debajo de los niveles deseados por la Reserva Federal (Fed), cuya meta anual es del 2%.
Pese a ello, el banco central de EEUU decidió a mediados de diciembre elevar las tasas de interés por primera vez en el país desde 2006.
Economistas consultados proyectaban que el IPC subiría un 0,3% el mes pasado y un 1,1% en la comparación interanual.