OMS confirma un nuevo caso de ébola en Liberia
Se trata de un niño de diez años que enfermó hace una semana.
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Un nuevo caso de ébola ha sido detectado en Liberia, país que el pasado septiembre fue declarado -por segunda vez- libre de esta enfermedad, confirmó hoy la Organización Mundial de la Salud.
Se trata de un niño de diez años que enfermó hace una semana y que fue confirmado ayer como un caso de ébola después de que los exámenes de laboratorio dieran positivo, aunque todavía no se descubierto cómo resultó contagiado.
El director ejecutivo de la OMS para emergencias sanitarias, Bruce Aylward, dijo que por el momento no hay rastros de que el menor haya tenido contacto con alguien que hubiese enfermado de ébola en el pasado, que haya viajado o asistido a un funeral de algún fallecido por esta misma enfermedad.
Sus padres están en observación y dos de sus hermanos parecen desde hace dos días estar enfermos.
Sobre este nuevo caso, el responsable recordó que los expertos anticipaban el resurgimiento de esta enfermedad "probablemente por un virus persistente en un individuo convaleciente".
El único fluido donde se ha corroborado que el virus puede sobrevivir hasta nueve meses es el semen de los varones.
La OMS ha registrado hasta ahora siete casos anteriores de este tipo, es decir de uno o pocos nuevos casos en áreas donde había transcurrido el periodo de 42 días a partir del cual se puede considerar que se ha roto la cadena de transmisión original.
Sierra Leona, otro de los tres países afectados por la epidemia del ébola, también fue declarado recientemente libre de ébola, mientras que por primera vez han transcurrido en Guinea 21 días desde que el último caso reportado dio negativo en dos pruebas consecutivas.
Otro número igual de días tendrá que pasar para que Guinea sea, a su turno, declarada libre de ébola.
Tras ese periodo se inicia una fase de noventa días en las que se mantiene una fuerte vigilancia epidemiológica.
La epidemia de ébola se declaró en marzo de 2014 y ha causado cerca de 29.000 casos y más de 11.000 decesos en los tres países, cuyas economías han sido duramente afectadas por esa emergencia sanitaria.