La Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, dominada por la oposición, reincorporó ayer a tres de los cuatro diputados representantes del estado Amazonas –al sur del país– que habían sido suspendidos en enero, luego de las elecciones.
De esta manera, y después de esperar casi siete meses por un pronunciamiento del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) al respecto, el Parlamento hizo caso omiso de la resolución que ordenó su destitución y pasó a contar con una mayoría calificada (dos tercios de los 167 curules).
Con esto, podrá promulgar o modificar leyes orgánicas, convocar a una Asamblea Constituyente y nombrar a los integrantes de los otros poderes públicos, como el propio TSJ o el Consejo Nacional Electoral (CNE).
“Una sentencia no nos puede quitar el poder que nos dio el pueblo de Amazonas, de ser su voz, sus representantes legítimos ante el parlamento”, dijo Romel Guzamana, uno de los funcionarios suspendidos.
En tanto, el diputado Héctor Rodríguez, jefe de la bancada oficialista, calificó el acto de ilegal y “un desacato al máximo tribunal del país”, y dijo que, como representantes del gobierno, están dispuestos a que se repitan los comicios parlamentarios para ese estado.
Cuando el TSJ dejó sin efecto la juramentación, a prinicpios de año, declaró que serían “nulos absolutamente” todos los actos aprobados por la AN mientras estos legisladores formaran parte de las decisiones. Eso desató una férrea lucha de poderes que se mantiene hasta ahora y que podría empeorar con la decisión de ayer de la AN.