Economía

Presidente del banco central argentino: “Es definitivamente muy pronto” para decir que el peso argentino se estabilizó

El funcionario afirmó que la institución está en el proceso de reconstruir la confianza y la credibilidad, pero que “es una lucha diaria”.

Por: Benedict Mander, Argentina | Publicado: Martes 23 de octubre de 2018 a las 04:00 hrs.
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El nuevo presidente del banco central de Argentina dijo que era “definitivamente muy pronto” para declarar que la estabilidad había vuelto a la golpeada moneda del país, cuya caída dramática este año forzó a Buenos Aires a pedir un rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI).

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El peso argentino ha subido más de 10% desde que un programa de política monetaria respaldado por el FMI fuera implementado cuando Guido Sandleris asumió la presidencia del banco central el mes pasado. Pero, advierte Sandleris, el aumento de las tasas interés a nivel global y una posible guerra comercial entre Estados Unidos y China significa que el panorama para los mercados emergentes, incluyendo a Argentina, aún no está claro.

“La tormenta financiera global a veces se calma, luego retoma la fuerza y eso podría pasar (de nuevo)”, dijo Sandleris a Financial Times en su primer entrevista con un medio extranjero. “Esto afecta a todos los mercados emergentes y Argentina no es la excepción”.

Aseguró que Argentina estaba en una posición más sólida ahora gracias a su plan de congelar el crecimiento de la oferta monetaria por los próximos nueve meses en un esfuerzo por reducir la tasa de inflación mensual, que se ubicó en 6,5% en septiembre.

Pero admitió que el “triste registro” del banco central significa que había que reconstruir su dañada credibilidad. “La confianza y credibilidad son dos cosas que son muy delicadas... se quiebran muy rápidamente y son difíciles de reconstruir. Estamos en ese proceso... pero es una lucha diaria”, dijo Sandleris, quien es el tercer presidente del banco central argentino desde que Mauricio Macri asumió el poder hace casi tres años.

Buenas señales

Sandleris cree que las primeras señales son alentadoras, con la base monetaria encogiéndose significativamente este mes.

El peso argentino es la única moneda emergente que se ha apreciado en las últimas dos semanas, además del real brasileño. Habiendo casi tocado los 42 pesos por dólar antes de que se implementara el plan, se ha fortalecido a 36,5 unidades desde entonces, cerca de la parte baja de la banda de 34-44 en la que puede flotar libremente.

Si es peso cae por debajo del límite, el banco central “podría” comprar dólares para evitar que se fortalezca más, mientras que el uso de la “esterilización” del tipo de cambio -vendiendo deuda denominada en pesos para evitar una expansión de la oferta monetaria- también “depende de lo que pase”, afirmó Sandleris. “El objetivo clave es bajar la inflación. Ese es nuestro mandato principal”.

La otra cara de la agresiva reducción de liquidez del banco central son altas tasas de interés que los economistas temen que puedan estrangular el crecimiento, justo cuando Macri espera ser reelegido el próximo año.

“Lo peor que le puede pasar a la economía argentina es seguir con los niveles de volatilidad e incertidumbre que hemos visto durante los últimos meses. Hay pocas cosas que dañen tanto la actividad (económica)”, dijo Sandleris. Él cree que una política monetaria más ajustada detendrá la volatilidad.

Los economistas también temen que tasas de interés superiores a 70% tengan un efecto bola de nieve en el balance del banco central. Pero Sandleris argumenta que sus pasivos en pesos -que estaban en 11% a 12% del Producto Interno Bruto cuando estalló la crisis cambiaria en abril, y era una de las principales preocupaciones de los inversionistas- están ahora a menos de la mitad de ese nivel, en 5%-6% del PIB, ayudados por la devaluación del peso. Incluso si las tasas se mantienen al nivel actual por un año, los pasivos en pesos sólo aumentarían a 8%-9% del PIB, dijo.

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