Reino Unido: Los que apoyan el "brexit" y los que quieren quedarse en UE, casi empatados
Según indica una nueva encuesta sobre intención de voto publica hoy en el diario "The Times".
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Los ciudadanos que apoyan el "brexit" y los que están a favor de que el Reino Unido se quede en la Unión Europea (UE) están casi empatados, según indica una nueva encuesta sobre intención de voto publica hoy en el diario "The Times".
El sondeo, hecho por la firma YouGov para ese periódico, señala que un 38% de los consultados respaldó la salida del Reino Unido de la UE -"brexit"- frente al 37% que está a favor de continuar en el bloque, mientras que el 25% dijo estar aún indeciso.
El Reino Unido celebrará el próximo 23 de junio un referéndum para decidir si se queda o se marcha de la UE.
Según YouGov, las cifras indican que los dos bandos están más igualados que a principios de mes, cuando más gente estaba a favor del "brexit" y la diferencia entre ambas partes era de nueve puntos.
La empresa, que entrevistó por internet a un total de 3.482 personas entre el 21 y el 23 de febrero, señala que si se excluyen a los indecisos, el 51% de los consultados apoyaría el "brexit" y el 49% votaría por quedarse en la Unión.
"The Times" señala que la decisión del primer ministro británico, David Cameron, de destacar los problemas que la salida ocasionaría en la economía y la seguridad parece tener un impacto en la gente.
El diario añade que la consulta sugiere que el apoyo del alcalde de Londres, Boris Johnson, y del ministro de Justicia, Michael Gove, al "brexit" no parece aumentar el apoyo por la salida.
Durante la campaña para el plebiscito, Cameron ha dado libertad a sus ministros para que decidan si apoyan la salida de la UE o la permanencia del país en la Unión.
El acuerdo que cerró Cameron el viernes en Bruselas permitirá al Gobierno británico limitar las ayudas públicas a los trabajadores comunitarios en el Reino Unido durante un periodo de cuatro años, así como adaptar las ayudas por hijos que viven fuera de las islas británicas al nivel de vida de esos países.
También excluye al Reino Unido de cualquier medida destinada a forjar una mayor integración política con Europa y crea mecanismos para que los países externos a la eurozona fuercen un debate sobre leyes que consideran contrarias a sus intereses.