Trump siembra dudas sobre acuerdo con China ante fuerte presión de su partido
Presidente cuestionó la “estructura” del pacto, mientras los republicanos avanzan medidas para evitar que se retiren las sanciones a la asiática ZTE. China, por su parte, sigue dando concesiones.
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El fantasma de una guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo vuelve a penar a los mercados globales, ante las nuevas dudas sobre si la tregua acordada por los gobiernos de China y Estados Unidos logrará persistir.
El propio jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, sembró ayer la incertidumbre sobre el pacto logrado el fin de semana pasado, que frenó la aplicación cruzada de aranceles. “Nuestro acuerdo comercial con China está avanzando bien, pero al final probablemente tengamos que usar una estructura diferente”, escribió el mandatario en Twitter. Sin dar detalles, agregó que en el estado actual el pacto “será difícil de lograr y de verificar sus resultados cuando se complete”.
El aparente pie atrás de Trump hizo caer las bolsas, ante los temores reavivados de que un conflicto entre Beijing y Washington golpee el comercio mundial. Al mediodía, el Dow Jones retrocedía 0,63%, mientras el S&P 500 perdía 0,43%.
Pero sus palabras sí calmaban la ansiedad de algunos miembros del Partido Republicano, que veían con malos ojos las concesiones de Washington a Beijing. Su principal resquemor gira en torno a las sanciones impuestas a la gigante asiática de telecomunicaciones ZTE. Oficialistas, liderados por el senador Marco Rubio, estudian medidas para evitar el retiro de los castigos contra la empresa, que no respetó las sanciones internacionales contra Irán y Corea del Norte.
Ante ello, el propio secretario de Estado, Mike Pompeo, insistió ante un comité de la cámara baja en que cualquier acuerdo incorporará los temas de seguridad nacional. “Vamos a hacer esto bien”, sentenció.
Las caricias chinas
Mientras Trump se complica para dar concesiones, Beijing sigue ofreciéndolas. Ayer, levantó antes de lo esperado una prohibición de importación de residuos de papel desde EEUU, lo que se suma al cierre de una investigación por las importaciones de sorgo y el anuncio de una rebaja a los aranceles que pagan los automóviles del gigante norteamericano a partir de julio.
Los intentos de reducir las tensiones comerciales no paran ahí. Según fuentes consultadas por Reuters, Beijing también ha dicho a sus empresas estatales que compren más petróleo y soya estadounidenses, para reducir el superávit comercial que tiene con la primera economía mundial. Así, la china Sinopec -la mayor refinadora de petróleo de Asia- importará cantidades récord de crudo estadounidense en junio, cuando adquirirá 16 millones de barriles. Por su parte, la agrícola Sinograin podría volver a adquirir soya estadounidense.
Pero los temas más complejos siguen a la espera de avances. Entre ellos está la disposición de China de tomar medidas para asegurar el respeto a la propiedad intelectual, una de las razones por las que Washington presentó una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio, que aún no ha escalado hasta derivar en una investigación.
Ello, además la incertidumbre en torno a ZTE, será parte de lo que el secretario del Comercio, Wilbur Ross, conversará con autoridades chinas a principios de junio, cuando viaje a Beijing para continuar con las negociaciones.
Fed advierte golpe al clima empresarial y prevé "pronta" alza de tasa
Las autoridades de la Reserva Federal de Estados Unidos ven necesaria una nueva alza de tasas en el corto plazo, según mostraron las minutas de la reunión de inicios de este mes, publicadas ayer.
"La mayoría de los participantes estimó que si la información que llega confirma en general su panorama económico actual, probablemente sería apropiado tomar pronto otro paso para retirar los estímulos monetarios", señalaron.
El mercado prevé que la entidad vuelva a aumentar la tasa de interés de los fondos federales en junio, pero está dividido sobre el curso de la política monetaria tras eso. Mientras la Fed ha delineado tres movimientos este año (de los cuales ya aplicó uno en marzo), la mejora en los indicadores de empleo e inflación podría llevarla a aplicar más.
Entre los miembros de la Fed tampoco hay consenso. Algunos de los participantes del encuentro de mayo apuntaron que el ritmo de los precios al consumidor podría superar "modestamente" la meta del 2% "por algún tiempo", mientras otros "sugirieron que la tendencia subyacente" de la inflación "ha cambiado poco".
Las minutas sí dejaron clara la preocupación de las empresas estadounidenses por el conflicto arancelario entre China y EEUU, con varias autoridades manifestando que existen muchos resultados posibles para la actividad económica y la inflación.
"Algunos observaron que, aunque estas políticas estaban en debate y las negociaciones continuaban, la incertidumbre por los temas comerciales podría golpear la confianza y la inversión de las empresas", señaló el documento.
En tanto, la entidad recibió ayer más argumentos para señalar que su normalización monetaria no ha frenado la recuperación económica. El Índice de Gerentes de Compras (PMI, su sigla en inglés) mostró crecimiento en todos los sectores en mayo. El indicador de manufacturas se aceleró a 56,6 puntos, versus los 56,5 de abril y los 52,7 de mayo de 2017. Se trata de su mejor desempeño desde septiembre de 2014. En tanto, el sector de servicios subió su lectura hasta los 55,7 puntos, por sobre las expectativas de hasta 55 puntos y muy por encima el registro de abril, de 54,6 puntos.
Con ello, el PMI compuesto de EEUU subió a 55,7 puntos, su mayor lectura en cuatro meses, y superó al indicador de la zona euro por primera vez desde febrero de 2017. El indicador se sumó a las recientes señales de desaceleración económica en Europa, que han aumentado las expectativas de que la política monetaria de la región se mantenga estable, distanciándose de la de la Fed. Ello ha dado impulso al dólar en todo el mundo en las últimas semanas.