El descenso de la demanda, de un 2,1% en las compañías
europeas, que sitúa la ocupación en el 77,6% no ha impedido que las aerolíneas
incrementasen en junio el número de pasajeros en un 3,8% respecto a junio de
2007, según los datos facilitados por la Asociación Internacional
del Transporte Aéreo (IATA).
Concretamente, las compañías europeas registraron una caída
de la demanda del 2,1%, provocada por un descenso de la confianza empresarial y
de la producción industrial en las economías de la zona. Por contra, las
aerolíneas de Norte América alcanzaron un incremento de la demanda del 4,4%,
pese a la caída del 4% en el tráfico doméstico.
Las aerolíneas de Asia-Pacífico incrementaron el tráfico de
pasajeros internacionales un 3,2% en junio, frente al 4,5% de crecimiento que
alcanzó en mayo, por el debilitamiento de los destinos de largo radio y la inflación. En cuanto
a Oriente Próximo, las aerolíneas registraron un crecimiento del tráfico del
9,6%, sustancialmente inferior al aumento del 18,1% obtenido en junio de 2007.
Por último, las compañías de América Latina contabilizaron un
"fuerte" incremento del 12,5%.
En cuanto al transporte aéreo de mercancías, cayó un 0,8%,
registrando así "el primer descenso desde mayo de 2005". La IATA
recordó que esta recesión se produce después de varios meses de caídas en los
indicadores de confianza del sector de industrial.
Hay problemas
El director general de la IATA, Giovanni Bisignani,
consideró que el sector aéreo "tiene problemas". "Las pérdidas podrían
alcanzar este año los 6.100 millones de dólares, muy por encima de la caída de
5.600 millones de dólares registrada por las aerolíneas en 2007, debido al
descenso de la demanda y al incremento de los costes", recalcó.
Bisignani consideró que para sobrevivir a esta crisis son
necesarias "medidas urgentes". Así apostó por que los aeropuertos y
los servicios de navegación aérea propongan "soluciones eficientes que
permitan un ahorro de costes", e instó a los sindicatos a que "entiendan
que la eficiencia es el único camino para la seguridad de su puesto de
trabajo".
Por su parte, el director general de la IATA consideró que
los gobiernos "tienen que bloquear esta locura de tasas y permitir a las
aerolíneas fusionarse y consolidarse en libertad cuando esto aporte lógica al
negocio aéreo".