Internacional

Alemania analiza implementar medidas reactivadoras para evitar una nueva recesión

El gobierno se ha negado a aplicar un estímulo porque su prioridad es lograr el equilibrio presupuestario en 2015.

Por: Constanza Morales | Publicado: Jueves 9 de octubre de 2014 a las 05:00 hrs.
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El deterioro que ha mostrado la economía alemana en los últimos meses en medio de una desaceleración global generalizada y la posibilidad de que el país caiga en una nueva recesión estarían obligando a la canciller Angela Merkel a aplicar medidas de estímulo, con lo que la líder abandonaría su lema de austeridad y su objetivo de equilibrio presupuestario. Berlín está considerando medidas para alentar el crecimiento luego de que la mayor economía europea se contrajera 0,2% en el segundo trimestre y los datos entre julio y septiembre sugirieran un estancamiento o una nueva caída del PIB.

Entre las iniciativas discutidas se incluye reducir el aporte obligatorio para las pensiones en cerca de 0,6 punto porcentual, lo que inyectaría 6 mil millones de euros (US$ 7.600 millones) a la economía, detalló a Bloomberg Michael Fuchs, sublíder en la Cámara Baja de la oficialista Unión Demócrata Cristiana (CDU). "Hay algo de margen para medidas que apoyen el crecimiento", comentó. Société Générale estima que el gobierno podría expandir el gasto entre 0,4% y 0,5% del PIB, es decir, cerca de 13 mil millones de euros.

Recientemente, la actividad doméstica ha perdido impulso debido a la debilidad de la zona euro y las tensiones con Rusia. La producción y los pedidos industriales anotaron en agosto sus mayores descensos desde 2009 y la confianza empresarial acumula cinco meses de caídas.

El martes, el Fondo Monetario Internacional recortó su pronóstico de crecimiento para el mundo y para la nación desde 1,9% a 1,4%. Además, advirtió sobre una posible tercera recesión en el bloque monetario.

"Santo grial" político
Desde que estalló la crisis soberana en 2010,
el país ha promovido la implementación de presupuestos ajustados y la prioridad económica de Merkel es cumplir con su promesa de un "schwarze Null", un presupuesto federal completamente equilibrado, en 2015.

Funcionarios del gobierno describen esta meta, delineada el año pasado en el acuerdo de coalición entre la CDU y los centroizquierdistas socialdemócratas, como un "santo grial" político. Este objetivo es la razón principal de por qué Merkel ha rechazado en diversas ocasiones los llamados locales y externos para que el Ejecutivo desembolse más dinero en infraestructura. El ministro de Finanzas, Wonfgang Schaüble, ha sostenido que su meta de equilibrar el erario no está abierta al debate. "Mi sincera convicción es que las finanzas sustentables son esenciales para un buen clima de inversión", declaró esta semana. "Las dudas sobre nuestra política fiscal nos dañarían mucho más que cualquier programa de estímulo de crecimiento a corto plazo", añadió. Carsten Brzeski, economista jefe de ING, aseveró a Bloomberg que "el gobierno ha sido muy reticente, a menudo sólo señalando el punto de vista de un contador, diciendo que todo está bien y que tenemos nuestro freno de deuda y que no podemos usarlo para más inversión".

Punto de inflexión
Sin embargo, el mal momento que está viviendo la economía local podría llevar al gobierno a cambiar su postura, según los expertos. La actual situación "hace más fácil discutir más inversión, pero también lo hace más urgente", aseguró Brzeski. "Si la única manera de lograr la meta de presupuesto equilibrado es hacer recortes que profundizarían una recesión, esta sería abandonada y veremos más gasto", afirmó a Reuters un alto funcionario de la administración.

"Si la economía alemana se debilita considerablemente, eso sería un punto de inflexión", manifestó otro funcionario cercano a la canciller. Marcel Fratzscher, presidente del instituto económico DIW, expresó a Reuters que "mi expectativa es que si la economía se deteriora más, habrá una reconsideración fundamental de la política del gobierno".

"Este cambio podría verse muy rápidamente", acotó el ex funcionario del Banco Central Europeo que lidera un panel de expertos conformado por el ministro de Economía, Sigmar Gabriel, para estudiar maneras de alentar la inversión.

Miembros de dicha cartera también se han mostrado a favor de más gasto público y reconocen que el escenario ha cambiado desde que se firmó el pacto de equilibrio fiscal. "El compromiso de un presupuesto equilibrado no fue un error dadas las circunstancias económicas al momento que se hizo, al contrario, era buena economía y política", explicó a Reuters un funcionario. "Pero la situación ha cambiado. Ahora nos damos cuenta de que tenemos grandes necesidades en términos de inversión en infraestructura y el ambiente económico se ha deteriorado", agregó. El DIW calcula que el país sufre una brecha anual de inversión de 80 mil millones de euros tras décadas de menor gasto público y privado en infraestructura y equipos. A comienzos de los '90, el desembolso representaba 23% del PIB. Actualmente, el monto llega a 17%, por debajo del promedio de 20% de la OCDE.

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