Internacional

Argentina baja su deuda pero sigue castigada en los mercados

El gobierno de Cristina Fernández canceló hoy el último pago pendiente del llamado "corralito", US$ 2.197 millones de los Boden 2012

Por: EFE | Publicado: Viernes 3 de agosto de 2012 a las 13:13 hrs.
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Argentina ha reducido drásticamente su nivel de endeudamiento público, pero su esfuerzo no se refleja en los mercados, donde los activos del país suramericano reciben malas calificaciones y no logran convencer a los inversionistas.

El gobierno de Cristina Fernández canceló hoy el último pago pendiente del llamado "corralito", US$ 2.197 millones de los Boden 2012, títulos públicos emitidos en julio de 2002, en plena crisis financiera.

El pago se inscribe, según el Gobierno, en una política de "desendeudamiento" que ha logrado bajar drásticamente el peso de la deuda externa argentina.

Según la consultora Econométrica, la deuda pública neta del país pasó de un récord en 2005 de US$ 191.000 millones, el 126 % del PBI, a US$ 83.000 millones, un 19 % del PBI, a finales de 2011.

De acuerdo a datos oficiales, la deuda pública argentina en manos de privados emitida en moneda extranjera pasó del 92 % del PIB en 2002 al 8,4 % tras la cancelación hoy de los Boden 2012.

Otros indicadores confirman la mejora en la sustentabilidad de la deuda pública argentina, como apunta un informe de la consultora Ecolatina, que subraya que "resulta paradójico que el mercado posicione a Argentina dentro de los más riesgosos del mundo".

Por ejemplo, Argentina tiene un índice de "riesgo país" que ha superado la barrera de los mil puntos, mientras que Brasil, con un nivel de deuda pública neta equivalente al 36,4 % del PIB, ronda los 190 puntos.

Según Ecolatina, el "seguro de default" argentino es superior al de países europeos en crisis y sólo está por debajo de la prima de riesgo de Ecuador, Pakistán y Chipre.

A juicio de Ramiro Castiñeira, de Econométrica, el mercado antes tenía dudas sobre la capacidad de pago de Argentina, mientras que ahora los inversores "dudan de la voluntad de pago".

De hecho, mientras este año Argentina necesita 6.800 millones de dólares para pagar deuda neta en moneda extranjera, sus necesidades se reducirán a 4.600 millones en 2013 y a 2.400 millones en 2014.

"Eso representa medio punto de PBI, un nivel que pocos países tienen en el mundo", destacó Castiñeira.

Sin embargo, reconoce el experto, para los mercados el riesgo es subjetivo y, en una economía que tiene como antecedente el millonario cese de pagos de 2001, políticas como las restricciones cambiarias que aplica el actual Gobierno hacen que los inversores "evalúen que hay mayores riesgos para tomar activos argentinos".

Por otra parte, según el economista, "Argentina perdió el rumbo de su macroeconomía, pues no tiene superávit fiscal, no tiene superávit externo, no tiene superávit energético y se quedó sin colchón cambiario".

"El mercado observa estas variables. La macroeconomía está deteriorada y, si bien no hay dudas de la capacidad de pago, no están despejadas las dudas que tiene la economía", señaló Castiñeira.

Las calificadoras de riesgo tampoco han modificado la nota de Argentina tras su mejora en el nivel de endeudamiento.

Para agencias como Moody's y Standard & Poor's, a las que el Gobierno de Cristina Fernández suele criticar con dureza, la deuda argentina es "especulativa", mientras que otros países, como los de la Europa en crisis, mantienen el "grado de inversión".

Para el economista Pablo Tigani, de la Fundación Esperanza, las agencias tienen "prejuicios ideológicos" a la hora de calificar a Argentina.

"Las calificadoras no se fijan en el riesgo de solvencia fiscal y se recuestan sobre lo que denominan 'calidad de política económica' y la supuesta inseguridad jurídica del país. Lo cierto es que Argentina nunca tuvo menos necesidades de financiación que ahora. Y el próximo año sus necesidades serán aún menores", dijo a Efe.

En mayo pasado Moody's señaló en un informe que la economía argentina es "más rica, grande y diversa" que la de países con similar nota pero también genera una "continua preocupación" por su "volatilidad".

La calificadora prevé que la tasa de endeudamiento de Argentina "continúe bajando" pero aún así, para la agencia "la susceptibilidad a eventos de riesgo" "sigue siendo alta" y la evaluación sobre la voluntad de pago del Gobierno argentino se ve afectada por sus políticas.

"Factores como datos económicos poco confiables, la deuda que sigue en situación de cese de pagos sin resolverse, los continuos atrasos en el pago al Club de París y la incapacidad para resolver dichos atrasos, también influyen en la calificación", advirtió la agencia, cuya nota para los bonos argentinos es "B3".

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