El gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer,
pronosticó hoy que serán necesarios "de cinco a diez años" de rigor presupuestario
para poder salir totalmente de la crisis actual.
Si se intenta hacer de forma más rápida "podemos tener un efecto negativo
sobre el crecimiento", según Noyer, quien subrayó que hay que hacerlo
"progresivamente", que eso llevará "de cinco a diez años
probablemente" y, concretó, "al menos cinco o seis".
En declaraciones a la emisora "Europe 1", el gobernador del Banco de
Francia alertó que el principal obstáculo para el crecimiento es el
"miedo" de la gente a que la situación empeore y a que sea necesario
subir los impuestos.
En cuanto a los recortes anunciados por Nicolas Sarkozy, en todo el sector
público del país, que afectarán a los viajes de los ministros o funcionarios
públicos, Noyer aseguró que no representan "un montante considerable"
de ahorro pero sí son un "símbolo" de la próxima entrada en una etapa
de "gestión rigurosa".