El Gobierno brasileño anunció hoy
un alza
en los impuestos a las inversiones de extranjeros en la renta fija,
como medida para frenar la apreciación del real frente al dólar.
El
ministro brasileño de Hacienda, Guido Mantega, explicó a
periodistas que el llamado Impuesto sobre Operaciones Financieras
(IOF), que tasa las inversiones especulativas realizadas por
instituciones extranjeras, pasará a partir de mañana de 2 a 4%.
La
subida del impuesto no se aplicará a otro tipo de operaciones,
como la renta variable, la bolsa, el mercado futuro o las
inversiones extranjeras directas (IED).
Mantega resaltó que este
impuesto, instaurado en octubre del año
pasado, contribuyó a lograr una "cierta estabilidad" de la
cotización del real frente al dólar, que en el último año osciló
entre 1,80 y 1,70 unidades de la moneda brasileña.
"Queremos
evitar que el real se aprecie, lo que perjudica a
nuestros exportadores y supone una competencia desleal para quien
vende en el mercado interno", afirmó Mantega para justificar la
subida del impuesto.
Las exportaciones de Brasil crecieron un
29,6% hasta septiembre
con respecto a los primeros nueve meses del año pasado, hasta
US$ 144.929 millones, pero este crecimiento fue menor que el
de las importaciones, que se han disparado un 45,8%, hasta US$ 132.152
millones, según los datos oficiales más recientes.
Esta
es la primera medida concreta que toma el Gobierno para
detener la apreciación del real y se sumará a las acciones del Banco
Central, que ha intensificado sus compras de dólares en las últimas
semanas.
La subida de impuestos a las inversiones extranjeras
busca frenar
la entrada de divisas en Brasil, lo que contribuiría para aliviar
las presiones alcistas sobre el real, que el pasado viernes cerró en
su valor más elevado en los últimos dos años (1,681 reales por
dólar).
La semana pasada, Mantega expresó su preocupación por los
movimientos de China, Japón, Estados Unidos y la Unión Europea para
depreciar sus monedas y favorecer sus exportaciones, lo que calificó
como una "guerra de tipo de cambio".
La moneda brasileña siguió
hoy la tendencia de las principales
divisas y se depreció un 0,65% frente al dólar, que cerró la sesión
vendido a 1,692 en el tipo de cambio comercial