El mayor banco alemán tenía previsto presentar resultados el próximo 29 de enero. Sin embargo, ayer por la noche colgó por sorpresa un adelanto de las cuentas trimestrales y anuales en su página web, para preparar al mercado ante el tamaño de los números rojos provocados, principalmente, por los gastos en litigios e indemnizaciones.
En el último trimestre, Deutsche Bank registró unas pérdidas brutas de 1.153 millones de euros (unos US$ 1.561,1 millones), que se quedan en 965 millones al neto de impuestos. Los ingresos alcanzaron los 6.600 millones millones de euros, lo que supone una caída del 16% frente al mismo periodo del año anterior, principalmente por el menor aporte de la Banca Corporativa y, en menor medida, de la banca global.
En el conjunto de 2013, la entidad alemana registró unos ingresos de 31.900 millones de euros (unos US$ 43.192,3 millones), el 5% menos que en 2012. A pesar de los números rojos del último trimestre, el resultado del conjunto del ejercicio sigue siendo positivo en 1.082 millones de euros, lo que supone multiplicar por 3,4 veces los resultados de 2012.
Deutsche Bank explicó a los inversionistas que el año pasado ha gastado 2.500 millones de euros (unos US$ 3.384,9 millones) en litigios e indemnizaciones, con el objetivo de dejar atrás la mayoría de los asuntos pendientes con las autoridades. Además, las provisiones acumuladas para hacer frente a los litigios todavía no solucionados ascienden a 2.300 millones.