La economía de Estados Unidos se aceleró bruscamente en el segundo trimestre gracias al sólido dato de las exportaciones.
El Departamento de Comercio informó ayer que el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió a un ritmo anualizado de 2,5% entre abril y junio, cifra que se compara con una estimación inicial de 1,7%. Los analistas esperaban que la actividad subiera 2,2%.
El principal factor que impulsó la revisión al alza fue la balanza comercial, específicamente las exportaciones, que se incrementaron a una tasa anual de 8,6%, su mayor nivel en más de dos años y una fuerte ganancia respecto del ritmo de 5,4% reportado previamente. Con las nuevas cifras, los envíos netos pasaron de ser una carga sobre la economía a ser neutrales.
En el lado empresarial, la inversión corporativa también creció más de lo pronosticado a una tasa de 9,9%, frente al 9% informado anteriormente.
El alza de impuestos y los recortes en el gasto que comenzaron a regir a principios de año arrastraron al PIB a la baja. El consumo se ralentizó a 1,8%, tras haberse incrementado 2,3% en el primer trimestre, y el gasto fiscal disminuyó 0,9%, 0,5 punto porcentual más que el cálculo original.
“Probablemente ahora estamos dejando atrás la carga fiscal y, mientras lo hacemos, una mejor demanda privada subyacente debería apoyar un repunte en el crecimiento”, afirmó Ted Wieseman, economista de Morgan Stanley.
Tercer trimestre débil
La fortaleza que mostró la primera economía del mundo el trimestre pasado podría suavizar el ritmo de expansión entre julio y septiembre. Una parte de la corrección se debió a un mayor nivel de inventarios por parte de las cadenas minoristas, lo que podría significar que enfrentan una menor necesidad de abastecerse en este trimestre.
“Los inventarios podrían ser más un viento en contra para el crecimiento (del tercer trimestre) que lo que habíamos estado anticipando”, comentó a Reuters Daniel Silver, economista de JPMorgan.
Michelle Girard, economista jefe para Estados Unidos de RBS, también cree que la revisión de los inventarios perjudicará la expansión actual. “Nuestra estimación (de 2%) podría ser recortada más cerca a 1%-1,5%”, detalló.
Sin embargo, no todos se muestran pesimistas. Paul Ashworth, economista jefe para Estados Unidos de Capital Economics, pronostica que el crecimiento se mantendrá cercano a 2,5% en este trimestre, siempre y cuando se logre un acuerdo sobre el financiamiento gubernamental.
Reducción del alivio
Esta corrección del PIB apoya la visión de que la Reserva Federal comenzará a recortar su estímulo en la próxima reunión de política monetaria, según los analistas.
Ashworth expresó que el dato más robusto “debería darle a los funcionarios de la Fed más confianza de que la recuperación está cobrando impulso”. El experto agregó que “todavía creemos que la Fed comenzará a rebajar sus compras mensuales de activos en septiembre, particularmente con las solicitudes iniciales de beneficios de desempleo apuntando a una mayor mejora gradual en el mercado laboral”.
El Departamento de Trabajo informó ayer que estas solicitudes cayeron la semana pasada hasta una tasa ajustada de 331 mil. El promedio de cuatro semanas, que es menos volátil, subió ligeramente hasta 331.250, todavía cerca del nivel mínimo desde fines de 2007.