La semana comenzó con un hito clave para el Gobierno, Codelco y SQM. La consulta indígena, etapa crucial en el proceso, dio su respaldo al pacto entre la estatal y la minera no metálica para explotar litio en el Salar de Atacama hasta el año 2060.
Con este paso, los ojos de los inversionistas están puestos en un último paso clave, que no ha estado exento de incertidumbre y tensiones: la aprobación de la State Administration for Market Regulation (SAMR), el regulador y supervisor del mercado chino.
En marzo, el presidente de Codelco, Máximo Pacheco, se mostró optimista, adelantando que en septiembre podría concretarse la asociación con SQM. Pero hoy, con la mitad del mes ya transcurrida y sin señales claras desde Beijing, el tono ha cambiado. Esta semana, el propio Pacheco evitó comprometer fechas y recordó que la SAMR revisa apenas tres o cuatro operaciones de este calibre al año.
Ahora los actores involucrados desde Chile ajustaron expectativas y apuntan a una resolución en los próximos meses.
Fuentes cercanas a Codelco apuestan por octubre como el mes clave. En SQM optan por un mayor margen de tiempo: proyectan una definición antes de que termine el año. Así lo expresó la presidenta del directorio, Gina Ocqueteau, durante el Chile Day realizado a inicios de esta semana en Londres: “La consulta indígena ya está check, que era algo complejo (...) Hoy día nos falta China y pasando ese requerimiento, antes de fin de año pensamos que se puede firmar”.

Una carrera contra el reloj
El acuerdo ya ha sido visado por las autoridades de libre competencia de Brasil, Corea del Sur, Japón, Arabia Saudita, la Unión Europea y Taiwán. Todas dieron luz verde sin condiciones. Por su parte, en Chile la Fiscalía Nacional Económica (FNE) aprobó la operación en abril, pero imponiendo condiciones para resguardar la competencia.
Todo indica que el regulador chino, en caso de aprobar, lo hará con condiciones. El 12 de junio pasado activó la suspensión de plazos en la revisión del acuerdo entre Codelco y SQM, un mecanismo conocido como “stop the clock” (“parar el reloj”).
Fuentes de la industria indican que, semana tras semana, la agencia continúa solicitando nuevos antecedentes sobre el acuerdo, aumentando la sensación de que el escrutinio no solo es técnico, sino también político.
Por otra parte, conocedores de la burocracia china no descartan mayores dilaciones. Al menos mayores a lo que esperan los incumbentes de esta alianza.
Pablo Cabrera, exembajador de Chile en China, lo advirtió con claridad: “No me extrañaría que China dilatara su resolución hasta tener claridad sobre el rumbo que tomará el próximo gobierno, dada la controversia política que ha generado este acuerdo”.
Y respecto a las perspectivas que implica esa estrategia de las autoridades del gigante asiático para el rumbo de este proceso, añadió: “Es probable que el 'stop the clock' siga vigente. Esa lógica de negociación —propia de la cultura oriental— siempre juega a favor del que maneja los tiempos”.
Una visión que va en línea con la señalada por el también exembajador en China Luis Schmidt, quien consideró que pese a las gestiones desplegadas desde hace varios meses ante el SAMR para que se pronuncie sobre el acuerdo “hasta ahora no lo ha hecho y no creo que lo vaya a hacer”, en declaración a Señal DF en julio pasado.
La urgencia por las partes interesadas radica la necesidad política de que el acuerdo se concrete durante la actual administración que la impulsó. Más aun cuando el tema entró en meses pasados al corazón de la campaña presidencial. La candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario) y José Antonio Kast (Partido Republicano) cuestionaron que el proceso se haya hecho sin licitación y anunciaron revisiones y auditorías, manteniendo pendiente su decisión final sobre la alianza.
Por su parte, y tras ganar las primarias, la candidata del oficialismo, Jeanette Jara, dijo que de resolverse el acuerdo en este Gobierno, le toca respetarlo, pero que en caso contrario va a buscar otro camino.
Los pasos de Tianqi
La SAMR es una agencia clave. No solo es el principal organismo regulador del mercado -con potestad sobre fusiones y adquisiciones- sino que también vela por la competencia y la protección del consumidor y depende directamente del Consejo de Estado, el órgano ejecutivo más alto del gobierno chino.
En este tablero, Tianqi —firma china de litio y dueña del 22% de SQM— ha desplegado sus esfuerzos como el principal opositor a la alianza de la minera no metálica chilena con Codelco. Y aunque sus intentos legales y administrativos por frenar el acuerdo no se han traducido en resultados concretos, no pocos estiman que su influencia política podría seguir pesando en la toma de decisiones de las autoridades del gigante asiático. “La SAMR es una agencia del Estado que, en el fondo, tiene un componente político. Y va a buscar proteger a su empresa local”, opinó recientemente Luis Schmidt en alusión a la oposición de Tianqi al acuerdo. 