El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, señaló ayer que la entidad está dispuesta a mantener su política expansiva y evaluar una rebaja en la tasa de depósitos a los bancos, en momentos en que crecen los temores por una desaceleración económica global.
“Tal como lo hicimos en marzo, nos aseguraríamos de que la política monetaria siga acompañando a la economía, ajustando nuestra proyección para las tasas para que refleje el nuevo panorama de inflación”, manifestó la autoridad en un evento en Frankfurt, aunque se declaró optimista de que la eurozona acelerará el ritmo de crecimiento.
“Si es necesario, necesitamos reflexionar sobre posibles medidas que puedan preservar las implicancias positivas de las tasas negativas para la economía, al tiempo que mitigan los posibles efectos secundarios”, agregó Draghi. “Dicho eso, la baja rentabilidad de los bancos no es una consecuencia inevitable de las tasas de interés negativas”, sentenció.
La entidad ha mantenido su tasa de depósito por debajo del cero desde junio de 2014. Tanto bancos como economistas han advertido que la prolongación de la medida está erosionando la rentabilidad y podría dificultar que los estímulos se hagan sentir en la economía completa. La mayor parte del mercado preveía un incremento en los tipos este año, pero el BCE ya lo postergó hasta el próximo.
Draghi también señaló que la convergencia hacia la meta de inflación de 2% “se ha retrasado, y no descarrilado”. Las proyecciones del banco apuntan a que el indicador se mantendrá por debajo de ese nivel al menos hasta 2021.
Los comentarios de Draghi hicieron subir el Euro Stoxx Banks 3,3%. En tanto, el euro no vio grandes cambios frente al dólar.