La Casa Blanca aseguró esta tarde que tienen pruebas contundentes, con "miles de fuentes", que confirman que el ataque con armas químicas en contra de la población siria fue llevada a cabo por el gobierno de Bashar al Assad.
En una conferencia de prensa, el secretario de Estado, John Kerry, dijo que dicho ataque provocó la muerte de 1.429 personas, de los cuales 426 fueron niños.
"Sabemos que el régimen sirio tiene el mayor arsenal de armas químicas de Medio Oriente y que las ha utilizado contra su propia gente", dijo el secretario de Estado.
En ese contexto, la autoridad dijo Estados Unidos debía actuar y que no estaba solo en esa voluntad. Sin embargo, no dio mayores detalles sobre qué tipo de acción iba a tomar sobre Siría. Sólo dijo que debía ser "limitada", para cuidar que, en represalia, no se usen más armas químicas sobre la población.
"El presidente Obama va a asegurarse de que EEUU tome sus propias decisiones según nuestro cronograma, basándosnos en nuestros valores e intereses", dijo Kerry.
El funcionario reconoció que el pueblo estadounidense, después de una década de conflicto, está cansado de la guerra pero que esa "la fatiga" no debe impedir que "no nos hagamos cargo de nuestras responsabilidades, no nos absuelve".
"Sólo deseando la paz no hara que tengamos paz y la historia ha probado que no podemos bajar la vista de dictadores que usan armas de detrucción masiva. La decencia nos impulsa a hacer lo contrario", dijo Kerry.
En todo caso, el secretario de Estado de la que es la mayor potencia económica y militar del mundo advirtió que cualquier decisión que Barack Obama tome respecto a Siria "no se parecerá en nada a Afganistán, Irak e incluso Libia".
"No involucrará al ejército en terreno y (EEUU) no va a tener la responsabilidad de una guerra civil, que ya está ocurriendo", dijo.