Internacional
El Consejo de Seguridad no llega a acuerdo para permitir una ofensiva en Siria
En tanto, los expertos de la ONU completaron su segundo día de inspección en los suburbios supuestamente atacados con armas químicas.
Por: Equipo DF
Publicado: Jueves 29 de agosto de 2013 a las 05:00 hrs.
Por Constanza Morales H.
Las diferencias entre las potencias occidentales y orientales respecto de qué hacer frente al supuesto uso de armas químicas en contra de ciudadanos sirios por parte de Bashar al Assad quedaron de manifiesto ayer en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia se opuso a una resolución presentada por el Reino Unido que buscaba autorizar “todas las medidas necesarias” para proteger a los civiles del país de Medio Oriente.
Tras el encuentro, el borrador de la moción fue enviado de vuelta a los gobiernos para consultas, informó un diplomático citado por The Guardian. La fuente aseguró que Moscú reiteró sus objeciones sobre una posible intervención internacional en la crisis siria. No se realizó una votación sobre la resolución.
William Hague, ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido reconoció que va a ser difícil conseguir el respaldo de Rusia y China, pero sostuvo que “si no hay acuerdo en las Naciones Unidas, todavía tenemos una responsabilidad”.
Durante la tarde de ayer, Reuters informó que la moción inglesa, que será debatida hoy en el Parlamento británico, llamaba a que el Consejo “debe tener la oportunidad de revisar” los informes elaborados por el equipo de expertos en Siria antes de tomar cualquier decisión.
Tras conocerse la propuesta, Alemania hizo un llamado a los estados, especialmente a Rusia, a apoyar la moción. “Recibimos de buena manera la iniciativa británica de lograr que el Consejo de Seguridad considere nuevamente el uso de armas químicas en Siria. Instamos a todos los miembros del Consejo, en particular Rusia, a que aprovechen la oportunidad y contribuyan a una postura común de la comunidad internacional en contra del uso de armas químicas de destrucción masiva en Siria”, afirmó el ministro de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle.
Rechazo a la intervención
Las palabras del funcionario alemán no tuvieron acogida en Sergei Lavrov, su contraparte ruso, quien advirtió que “los intentos de una solución militar sólo llevarán a una mayor desestabilización”.
El Ayatolá Alí Jameneí, líder supremo de Irán, alertó ayer que una ofensiva liderada por Estados Unidos sería un “desastre” para la zona. “La región es como una tienda de pólvora y el futuro no se puede predecir”, declaró.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, admitió que todavía no ha tomado una decisión sobre una intervención, aunque su administración cree que las autoridades fueron responsables del ataque.
“Hemos mirado toda la evidencia y hemos concluido que el gobierno sirio llevó a cabo la acción”, aseveró en entrevista con el canal PBS.
Se reanuda la inspección
Mientras tanto, los expertos en armas químicas de la ONU completaron ayer su segundo día de inspección, luego de que el trabajo fuera suspendido el martes debido a razones de seguridad.
Los rebeldes y los opositores le mostraron al equipo las viviendas en el suburbio de Zamalka, al este de Damasco. Esta fue una de las áreas afectadas por la supuesta liberación de gas tóxico. Los analistas también entrevistaron y tomaron pruebas de los sobrevivientes hospitalizados.
Desde La Haya, el secretario general del organismo multilateral, Ban Ki Moon, manifestó que los científicos “están trabajando muy fuerte, bajo circunstancias muy, muy peligrosas” y pidió que les dejaran terminar su investigación en cuatro días para luego analizar los datos. “Después de eso tendremos que informar al Consejo de Seguridad para cualquier acción”, expresó.
Sin embargo, no está claro cuán definitiva puede ser la evidencia encontrada por los inspectores, ya que muchas toxinas se deterioran rápidamente y podría ser difícil determinar de qué lado provino el ataque. Respecto de este último punto, la revista Foreign Policy reveló que el 21 de agosto los servicios de inteligencia de Estados Unidos escucharon un intercambio de llamadas telefónicas entre un funcionario del Ministerio de Defensa sirio y un líder de una unidad de armas químicas, donde el primero exigía respuestas por la liberación del gas nervioso. Esta sería la principal prueba de que la acción fue obra del gobierno.