En los inicios del segundo cristinismo, el temario de desajustes en la política económica ya era por demás conocido, pero el desempleo no se contaba entre las preocupaciones de nadie. Dos años más tarde, la situación laboral empieza a escalar posiciones entre los miedos de la gente y del gobierno, al punto tal que podría llegar a impactar el clima de cara a las legislativas de octubre.
Así lo marcan las encuestas de opinión pública, que muestran cómo la posibilidad de perder el trabajo ya figura entre las principales inquietudes de la gente, y lo señalan los especialistas consultados por El Cronista WE, que advierten sobre un estancamiento en la generación de nuevos puestos de trabajo.
La desaceleración de la actividad económica en el país, la caída en la inversión, el alza en los costos laborales, la incertidumbre y la conflictividad son las distintas razones que encuentran los expertos para arribar a un diagnóstico común: el mercado laboral se encuentra paralizado y con poco margen para reaccionar.
Las últimas cifras de empleo del Indec -que, vale la aclaración, a diferencia de otras estadísticas del organismo, coinciden en líneas generales con las mediciones privadas- no son alentadoras. Durante el primer trimestre del año, la tasa de desempleo en los principales centros urbanos del país escaló a 7,9% y alcanzó su mayor nivel en casi cuatro años. La cifra implica un alza de 0,8 puntos frente al mismo período del año pasado. Mientras que la tasa de subocupación, que se relaciona con la calidad del empleo, pasó del 7,4% al 8%. Por lo tanto, sobre una Población Económicamente Activa (PEA) de 18 millones de personas, 1.422.000 no tiene empleo fijo y 1.440.000 trabaja menos de 36 horas por semana.
Ernesto Kritz, uno de los más reconocidos especialistas en empleo y pobreza de Argentina, afirma: “Los números del primer trimestre no fueron muy buenos en materia de empleo y de salario real. Lo que ocurra en los próximos meses dependerá de lo que pase con la economía y con la inversión. Y si la economía crece al 2%, como se estima, no veo muchas posibilidades de reacción en el mercado de trabajo”, señala uno de los cinco directores de la consultora Poliarquía.
A nivel geográfico, el aumento en el desempleo está enfocado casi exclusivamente en la provincia de Buenos Aires. En el conurbano bonaerense, la tasa de desocupación creció un punto y medio hasta 9,4% y quedó al borde de romper la barrera psicológica de los dos dígitos. En cambio, en la Capital Federal, por ejemplo, bajó 0,1 puntos hasta 7,3%.
Elecciones legislativas
Para medir el impacto que pueda llegar a tener la situación del empleo en las decisivos comicios de octubre, el punto de referencia insoslayable es la elección legislativa de 2009. Por entonces, coinciden los especialistas, las variables laborales venían en picada y el kichnerismo salió derrotado en las urnas a nivel nacional por única vez.
Mientras se esperan los datos del segundo trimestre para mediados de agosto, algunos analistas, como Kritz, aún se muestran precavidos a la hora de vaticinar cómo la preocupación laboral va a jugar a nivel electoral. Otros, como el economista y docente de la Universidad Nacional de La Plata, Martín Tetaz, creen que será determinante: “El estancamiento y la creciente incapacidad de la economía para generar nuevos empleos sin dudas tendrán un impacto profundo en lo electoral”.
Por su parte, Mariano Lamothe, gerente de análisis económico de Abeceb, advierte: “Cuando pasen los trimestres, se sumen algunos puntos de desempleo y empiece a percibirse como un riesgo la posiblidad de perder trabajo, la situación puede cambiar rotundamente”,
La gran incógnita de los trabajadores, las empresas y el gobierno, pasa por saber si eso sucederá antes o después de octubre.
Menos contrataciones y algunos sectores golpeados
Desde el empresariado, las señales tampoco son demasiado piadosas para el resto del año en materia de empleo. La última encuesta de Gestión de Recursos Humanos de SEL Consultores, que cuenta con información primaria sobre 150 compañías líderes del país, revela que un 15% de las empresas consultadas espera reducir sus dotaciones en 2013. "A esta altura del año pasado, solamente un 4% de las empresas contestó que planeaba disminuir sus dotaciones", compara María Laura Calí, directora ejecutiva de la consultora, quien agrega que durante la década del kirchnerismo en el poder, la respuesta de los ejecutivos en ese ítem nunca había superado los dos dígitos.
Otra señal: el año pasado las empresas proyectaban disminuir sus dotaciones en no más de un 5%. En los últimos doce meses esa cifra se duplicó hasta alcanzar el 10% de la plantilla total.
En tanto, la radiografía sectorial revela que la tendencia a incrementar los despidos y a reducir los planes de contratación es generalizada.
Claro que algunos sectores lo sienten más que otros. "Hay un estancamiento pleno en la industria. Y el sector de comercio y el de servicios también están estancados", enumera Kritz. Y agrega: "No diría que hay una caída generalizada, pero en todo caso es claro que no hay crecimiento".
Para Lamothe, medidas erradas del gobierno, como el cepo (control) cambiario, "le pegaron a un sector de empleo intensivo como lo es el de la construcción, por ejemplo, o a las economías regionales".
Según cifras de la encuesta de SEL, los rubros que planean efectuar despidos este año son el tecnológico (25% de las empresas consultadas), el de consumo masivo (el 18%) y el financiero (14%). "Algunos sectores que antes generaban empleo, ahora no solo están estancados sino que tienen crecimiento de salarios por debajo de la inflación", agrega Lamothe respecto a la caída de la masa salarial en términos reales que están sintiendo muchos trabajadores.