El superávit comercial de China, segunda economía mundial y mayor exportador del planeta, se redujo un 14,5 % en 2011 hasta los 155.140 millones de dólares (121.400 millones de euros), según las cifras facilitadas hoy por la Administración General de Aduanas.
El comercio exterior del país asiático ascendió a 3,64 billones de dólares (2,84 billones de euros), un aumento interanual del 22,5 %.
La reducción del superávit se debió a un aumento más rápido de las importaciones, que ascendieron un 24,9 % en 2011 hasta 1,74 billones de dólares (1,36 billones de euros), mientras que las exportaciones sólo crecieron un 20,3 % hasta totalizar 1,89 billones de dólares (1,47 billones de euros).
"En 2011, a consecuencia de las políticas estatales para aumentar las importaciones, el porcentaje de éstas fue 4,6 puntos mayor que las exportaciones", aseguraron las aduanas chinas.
En el último mes del año, no obstante, las exportaciones crecieron más rápido (un 13,4 %) que las importaciones (un 11,8 %), indicando que la tendencia no está del todo consolidada.
La Unión Europea (UE) se mantuvo como el principal socio comercial de China, con un comercio bilateral por valor de 567.210 millones de dólares o 443.500 millones de euros (un aumento del 18,3 %), seguido de EEUU, con 446.650 millones de dólares o 349.100 millones de euros (un 15,9 % más).
Japón se consolidó en el tercer lugar pese al mal año sufrido por el país vecino, con unos intercambios por valor de 342.890 millones de dólares o 268.000 millones de euros, que supusieron una subida del 15,1 % con respecto a 2010.
China, que durante las últimas tres décadas ha hecho de las exportaciones el principal motor de su economía, se ha visto afectada durante la crisis financiera global por una caída de la demanda en sus principales socios, fundamentalmente Estados Unidos y la Unión Europea.
A ello se añaden las crecientes tensiones con estos socios, que acusan a China de mantener su moneda artificialmente baja para estimular las exportaciones (si bien estas críticas descendieron en 2011, por una progresiva revaluación del yuan) o de practicar el "dumping" (subvención de exportaciones para vender por debajo del precio de coste) en algunos sectores.
Por todo ello, el Gobierno del país asiático se ha fijado como objetivo a largo plazo transformar su economía para que ésta dependa más del consumo interno que de las exportaciones, aunque el proceso llevará años.