La confirmación de que el intendente de Tigre, Sergio Massa, se presentará en las primarias de agosto con un espacio político propio para disputarle poder al kirchnerismo devolvió la expectativa a varios empresarios, cada vez más críticos con la presidencia de Cristina Fernández. El gobernador bonaerense Daniel Scioli quedó a mitad de camino y, a ojos del empresariado, perdió terreno. Buena parte de la elección nacional se jugará en la provincia de Buenos Aires, donde la hegemonía del oficialista Frente para la Victoria ahora es puesta es duda.
Massa rompió un escenario de victoria casi cantada para el kirchnerismo en el distrito más importante del país, entienden varios ejecutivos consultados por El Cronista.
Lidera encuestas de imagen -que deberán traducirse en votos- y, con un armado ecléctico, es considerado por los hombres de negocios como el dirigente que puede canalizar un liderazgo político alternativo al de la Presidenta.
“La confirmación de Massa produce un cambio de escenario, que hubiera sido más importante si Scioli participaba”, resumió un hombre de negocios bajo condición de reserva. “Scioli se desdibuja; lo critican desde todos lados por no jugar”, añadió.
En efecto, las elecciones primarias legislativas del 11 de agosto reeditarán la batalla interna del peronismo bonaerense, con la presidenta Cristina Fernández como bandera del kirchnerismo, Francisco de Narváez encabezando el Frente Unión por la Libertad y el Trabajo y Sergio Massa liderando el Frente Renovador. Así prevén el escenario electoral los principales encuestadores del país, que describen como previsible el armado de listas oficializado el sábado pero que aún se sorprenden por la decisión del intendente de Tigre de “jugar por afuera” del gobierno y por la designación de Martín Insaurralde, jefe comunal de Lomas de Zamora, como primer candidato a diputado nacional por el oficialismo.
¿Señales para el entusiasmo?
Un empresario desencantado es una empresa que no invierte. En el plano local, dos temas políticos concentraban la atención de los hombres de negocios alejados de Cristina: la participación de Massa y el papel de la Justicia.
Al fallo de la Corte que declaró inconstitucional la reforma del Consejo de la Magistratura, entienden, podría sumarse otro sobre la ley de Medios. En ese sentido, interpretaron señales de dos jueces que suelen olfatear los tiempos políticos como pocos: María Servini de Cubría fue quien comenzó a desandar la reforma judicial. Y Norberto Oyarbide mandó hace diez días a allanar la Superintendencia de Bancos del Banco Central por irregularidades en la transferencia de futbolistas a Europa y detuvo a dos funcionarios.
Con la Justicia en rebeldía y muchos ex aliados al kirchnerismo jugando con el intendente de Tigre, hay quienes hasta se entusiasman con un cambio de ciclo. Hasta ponderaron la inclusión de José Ignacio De Mendiguren, el secretario de la Unión de Industriales de Argentina (UIA), en el quinto lugar de la lista de candidatos a diputados del Frente Renovador. “Massa es el heredero, no el sepulturero”, dijo entre sus pares el industrial, poco dado a confrontar con el gobierno. Cree que ese es el perfil del espacio político.
De Mendiguren estaba en conversaciones con el ex jefe de gabinete de Cristina Fernández pero cerró su candidatura en San Petesburgo, donde participaba del encuentro de negocios del G-20 con el presidente de la UIA, Héctor Méndez. Este último siguió viaje a Roma, donde se entrevistará con el Papa Francisco mañana.
De Mendiguren volvió a último momento. El empresario, que también fue ministro de Producción de la administración de Eduardo Duhalde, quiere sembrar la semilla industrialista en
Massa, a quien ve como un presidenciable cercano a los intereses financieros.
El intendente de Tigre fue uno de los que impulsó el segundo canje de deuda “que se concretó con él ya alejado del gabinete” durante su paso por el gobierno.